Entre los dos colosos españoles no hay amistosos, ni partidos intrascendentes.
Salieron los dos equipos con lo mejor que tienen. Poco importaba que la liga ya estuviera en poder del Barça o que el Real Madrid tenga en tres semanas una cita con la final de la Champions League.
Son enemigos, enemigos irreconciliables y desde el minuto 1 salieron al campo a por todas y fruto del dominio azulgrana en los primeros 10 minutos del choque llegó el gol del uruguayo Luis Suárez, que le tiene bien tomada la medida al Real en estos partidos.
Pero ahí cambiaron las tornas. El equipo de la capital de España cogió las riendas a partir de ese momento apoyado en un Kroos magistral y en un resto del centro del campo que dominaba la situación. Por contra en la banda central azulgrana, con Busquets todavía lento tras su lesión e Iniesta con molestias toda la semana era Rakitic el que se tenia que multiplicar para intentar aplacar la avalancha, Y llegó el gol de Cristiano.(1-1)
Y como siempre, polémica. A una clara expulsión de bale por agresión a Umtiti que el referee no vió, le siguió otra de Sergi Roberto a Marcelo que en esta ocasión si fue sancionada. Tarjeta roja y el Barcelona se iba al entretiempo con un hombre menos y pensado que aguantar hasta el final sería una heroicidad.
Pero esto es fútbol, y la lógica hay que dejarla para los matemáticos y científicos.
Se inició la segunda mitad y el Barcelona salió con todo, enrabietado por su inferioridad numérica y apoyado incansablemente por su afición. tanto fue así que en un robo de Suárez, realizado e posible falta, se gestó el segundo tanto de los locales, un golazo con el sello incomparable de su máxima estrella: Messi.
A partir de ahí un ida y vuelta constante, continuas quejas hacia el arbitro, un penalty reclamado sobre Marcelo, un disparo imparable de Bale que era el nuevo empate (2-2) y nervios, muchos nervios.
Al final tablas, que contentaron al Barça que continua con su liga sin derrotas (aumenta su racha de invicto liguero a 42 partidos)y en cierta manera al Real que tras el esfuerzo que había realizado el pasado martes ante el Bayern dió una buena impresión.
Y que mas decir. Fútbol. Fue un partido con todo, también la despedida de Iniesta.
El mayor espectáculo del mundo.