Hace unos meses actuaban en la esquina de Maldonado y Minas, pero ante el lío y la presión policial, ahora los ladrones que roban en los semáforos se trasladaron a Canelones y Paraguay.
La forma de rapiñar no ha cambiado. Aparecen rápidamente cuando los autos están detenidos, golpean el vidrio del acompañante, se llevan lo que pueden agarrar y salen corriendo.
Los delincuentes desaparecen antes que las personas puedan bajarse del vehículo.
Los restos de los vidrios del último robo ocurrido el pasado lunes todavía permanecen allí. Un testigo contó que ese día fueron robados dos autos al mismo tiempo con una precisión que dejó a todos los viandantes sorprendidos.
Incluso algunas empresas de la calle sufrieron dos robos en la última semana. En uno de los casos, en la esquina de Gutiérrez Ruiz y Canelones un auto fue desvalijado. Forzaron la cerradura y se llevaron varias herramientas y equipos.