MONTEVIDEO (Uypress) - Según estudio del Banco de Previsión Social (BPS), 9.732 familias reciben asignación familiar pero no están enviando a los menores a estudiar. El BPS estudia la situación en dos etapas: la primera a mediados de año y la segunda en noviembre. En la primera "controlamos que los menores hayan sido inscritos en algún centro de enseñanza", y en la segunda si efectivamente concurrieron, explicó Rosario Oiz, directora del BPS, al noticiero Informe Nacional, de Radio Uruguay.
La funcionaria afirmó que casi la mitad de las deserciones son de adolescentes de entre 15 y 17 años, el 25% de adolescentes de menos edad, y el otro 25 de niños en edad escolar. Dijo, sin embargo, que "la asignación familiar no se pierde, pero se puede suspender", y que la idea no es punir a las familias sino lograr que los menores se reintegren al sistema educativo, algo que en ocasiones se consigue.