Eduardo Menéndez, que trabaja desde hace 10 años en el salón “San Jorge” del barrio El Monarca, recordaba exactamente el momento en el que vendió el 5 de Oro ganador, pero no supo decir si el afortunado jugador utilizaba siempre los mismos números.
Menéndez explicó que los nuevos millonarios no quieren ser identificados, pero confesó que son clientes habituales.
El agente vendedor ha contado que la pareja de ganadores lo estaba esperando esta mañana en la puerta del negocio, y que le dijeron que aún no saben qué van hacer con el dinero.