Cada vez más empresas privadas en América Latina incorporan el trabajo flexible aunque el tema todavía muestra fuertes resistencias en la mayoría de los empleadores de la región, según un estudio dado a conocer hoy en México. Los países líderes en dar facilidades para combinar el trabajo en casa con el de la oficina son Colombia (45%), Argentina (44%) y México (39%). Sin embargo, Perú (21%), Brasil (22%) y Chile (31%) se muestran reacios al "home office" o a su combinación con el trabajo en la oficina, de acuerdo con un estudio de la firma tecnológica global Citrix. El relevamiento realizado por Citrix, que cotiza en la Bolsa de Valores de Nueva York, en seis países del área, buscó identificar actitudes, percepciones y el nivel de penetración tecnológica en el ámbito laboral. En total, aplicó 800 cuestionarios al mismo número de trabajadores en los seis países.
"Las generaciones están cambiando y las personas en el mundo digital están tomando nuevos roles y comportamientos. La gente está pidiendo tener un mayor balance entre su vida laboral y familiar", señaló el reporte. Martin Borjas, director de Citrix México, indicó que cuando las personas buscan trabajo en una empresa, 70% se mueve por razones económicas, pero el resto también tiene otras motivaciones. Sin embargo, Borjas estimó que para que funcione bien el "trabajo remoto" se requiere que las empresas "doten del entorno de trabajo a sus empleados como si estuviera en la empresa", con el acceso a aplicaciones como el correo corporativo desde cualquier dispositivo o el almacenamiento de datos en "la nube". El análisis concluyó con que la transformación de trabajo "es un imperativo" para que las compañías "puedan aumentar su competitividad en la era del trabajo digital".
Sin embargo, advierte que las empresas deben de considerar el aspecto de la seguridad para no poner en riesgo sus operaciones cuando facilitan a los trabajadores la realización de sus tareas desde sus casas. Entre los beneficios del trabajo flexible, en particular el "home office" figuran la "posibilidad de la movilidad", una mejoría en la productividad y la satisfacción de los trabajadores, sin contar la reducción de costos, el aumento en la "colaboración activa" y la "creatividad", señaló. Pese a todo ello, muchas empresas todavía se muestran reticentes a adoptar esta nueva modalidad de trabajar pese a las muchas ventajas que comporta y a que los especialistas estiman que se trata de una tendencia irreversible. Por ejemplo, otro informe de Citrix del año pasado, arrojó que para 2020, el 80% de las actividades laborales en México se realizarán en forma remota.
"El 'home office' está en el camino a transformarse en una tendencia de trabajo en México", señaló al indicar que las compañías podrían reducir hasta un 30% sus costos de operación si optan por esta modalidad. Una empresa, por ejemplo, que da a sus empleados cupones de gasolina, estacionamiento y vehículo gasta alrededor de 350 dólares mensuales en cada uno, suma que podría ahorrar en caso de asignarles trabajo desde casa. En México, el trabajo en la oficina es cada vez más común inclusive en el propio gobierno. El 2017, el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Mancera, firmó un Convenio de Concertación para la Implementación y Fomento al Teletrabajo con el objetivo de "mejorar la calidad de vida de los trabajadores y sus relaciones familiares".
Para llevar a cabo este proyecto, se eligió a 4.000 servidores públicos adscritos a la Oficialía Mayor (administración general de la intendencia) y a la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo y se les puso a trabajar desde sus hogares. Los resultados de dicho esquema fueron positivos pues el 51% de los participantes mejoró su productividad, 75% ahorró en transporte público, 25% dejó de utilizar su automóvil y 80% mejoró su estado de ánimo. Se ignora si el programa continuó una vez que concluyó la gestión del alcalde en diciembre pasado