Es una pasión ciega la de los italianos por los dibujos e inscripciones en la piel, y hay unos siete millones que los luce, el 12,8% de la población, aunque empiezan a escucharse voces de advertencia por la desinformación y las amenazas a la salud. También en la Unión Europea los tatuajes están en alza, y 13,2% de la población lo lleva a flor de piel, aunque es justo también hablar de quienes se arrepienten de entintarse la dermis, y en ese contrapunto hay ya unos 60 millones de personas. Pero la opción de decorar el propio cuerpo, sin embargo, a menudo está hecha sin demasiada información sobre riesgos y contraindicaciones, además en se suelen realizar en centros no muy especializados. Así lo confirma una encuesta reciente realizada en Italia por el Instituto Superior de Salud (ISS) y publicado en el sitio Epicentro.
El estudio, realizado en 2015 en una muestra de 7.608 personas mayores de 12 años muestran que los tatuajes son más generalizado entre mujeres (13,8%) que entre hombres (11,7%). Ellas prefieren hacérselo en la espalda, los pies y los tobillos, mientras que los varones en brazos, hombros y piernas. El primer tatuaje generalmente se realiza a los 25 años, aunque el grupo de mayor edad representante tiene entre 35 y 44 años (23,9%), con una prevalencia casi del doble en comparación con la población general. Tampoco faltan los tatuados menores, de entre 12 y 17 años (7,7%). Además, la mitad de las personas con tatuajes (55,4%) son graduados, mientras que el 30,8% son graduados. La mayoría -según el sondeo-elige hacerse un tatuaje simplemente para embellecer su cuerpo, hay un 0,5% que se somete a tatuajes con fines médicos, por ejemplo en pezón o tatuaje endoscópico (para marcar las lesiones en el colon que debe ser controlado), y un 3% que lo hace con fines estética, esos que suelen enmascarar cicatrices.
En cuanto a la seguridad, el 76,1% de las personas tatuadas recurren a un centro especializado, 9,1% a un centro de belleza, mientras que el 13,4% lo hacen fuera de los centros autorizados, por lo tanto se arriesgan a complicaciones y peligros para la salud, algunos graves, como contagio de enfermedades. Sobre los riesgos de tatuarse, en Italia sólo está bien informado el 58,2% informado, mientras que apenas el 41,7% conoce las contraindicaciones. La percepción de los riesgos considerados más frecuentes son las reacciones alérgicas (79,2%), hepatitis (68,8%) y herpes (37,4%). Además, el 3,3% de las personas tatuadas declara haber tenido complicaciones o reacciones, de los cuales los más frecuentes son el dolor en la zona tatuada, granulomas, engrosamiento de la piel, reacciones alérgicas, infecciones e incluso drenaje de pus.
En todos estos casos, solo el 12,1% consultó a un dermatólogo o a un médico (9,2%), mientras el 27,4% le pidió ayuda al artista del tatuaje, y más de la mitad (51,3%) no consultó a nadie. Luego también están los apenados arrepentido. Si el 92,2% está satisfecho con su tatuaje, el 17,2% dice que quiere eliminarlo, y entre estos, el 4,3% ya lo quitado de su piel con las obvias dificultades.