La Marina de Brasil recogió manchas de petróleo halladas en la costa de Rio de Janeiro pero todavía no se determinó si corresponden al derrame que afecta desde hace tres meses a las playas del nordeste, con un volumen de crudo que según el presidente Jair Bolsonaro puede ser más grande de lo que se supone.
Los restos de petróleo fueron recogidos este fi de semana en las playas Santa Clara, Gurin y Barreto y en el Canal de las Flechas, en el nordeste de Rio de Janeiro, donde el gobernador Wilson Witzel montó equipos de prevención para actuar ante la posible llegada del derrame. El derrame de petróleo posiblemente venezolano ocurrió a fies de agosto pero la Marina no identifió hasta el momento al barco responsable del hecho.
Bolsonaro reconoció que "no sabemos cuanto petróleo hay en el mar, en la peor hipótesis hasta el momento sólo llegó (a las costas) el 10 por ciento" del crudo derramado por un navío. "Nos preparamos para lo peor, pedimos a Dios que eso no ocurra", declaró el presidente el sábado tras encabezar un acto militar en Rio de Janeiro.
Hasta el momento el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y la Marina estiman que unas 6.000 toneladas de crudo afectaron a más de 720 municipios de la región nordeste y del estado de Espíritu Santo, en el sudeste, limítrofe con Rio de Janeiro, el estado más turistas extranjeros en la temporada estival que se inicia el mes que viene.