La Unidad Especializada en Violencia Doméstica y de Género investigó el hecho y resolvió que un joven de 16 años fue encerrado durante varios días por su madre en el segundo piso de la vivienda que ambos compartían.

En otra ocasión el adolescente fue atado a una silla para que no saliera de casa, y era víctima de agresiones verbales y físicas.

La Justicia Penal de San Carlos dispuso la condena de la madre por un delito de violencia doméstica agravado con un delito de privación de libertad a una pena de 10 meses de prisión efectiva y 5 meses de libertad vigilada.

La mujer, además, tiene prohibición de acercamiento y comunicación con la víctima.

A su vez, no podrá salir del país y deberá presentarse ante la seccional policial una vez por semana.