MONTEVIDEO (Sputnik) La calificadora Fitch dijo este jueves en un comunicado que confirmó la nota de Uruguay para la emisión de deuda extranjera a largo plazo en "BBB-" y mantuvo la perspectiva negativa. "La agencia calificadora Fitch confirma el grado inversor de Uruguay 'BBB-', y mantiene la perspectiva negativa", publicó el Ministerio de Economía del país sudamericano en la red social Twitter tras el anuncio. La calificadora, que mide las posibilidades de un país de cumplir con sus obligaciones financieras, explica en un comunicado que la perspectiva negativa "refleja un crecimiento lento y un deterioro fiscal estructural, que están impulsando un aumento en la carga de la deuda pública desde niveles ya altos". A entender de la agencia, el futuro Gobierno, que asume el 1 de marzo, "ha expresado un compromiso más claro y creíble para revertir estas tendencias negativas, pero enfrenta un punto de partida más débil de lo esperado anteriormente". La calificadora indica que la coalición de agrupaciones políticas que ayudó a triunfar al futuro presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, en noviembre pasado, le da mayoría parlamentaria para apoyar el progreso en las reformas. Sin embargo, indica Fitch, esa coalición genera incertidumbre sobre el alcance y la velocidad que pueden lograr las reformas debido a que es "nueva" y está compuesta por cuatro partidos "que no son todos aliados tradicionales, con un grado de diversidad ideológica entre ellos". Fitch cree que la ley de urgente consideración elaborada por el futuro Gobierno, que contiene numerosas propuestas para seguridad, competitividad empresarial, marco fiscal, y que será tratada en marzo por el parlamento, "servirá como una prueba temprana para la coalición".
DÉFICIT FISCAL "Los esfuerzos de consolidación fiscal comenzarán desde un punto de partida peor de lo esperado anteriormente", indica la calificadora. El déficit del Gobierno central aumentó al 4,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2019 desde el 3,4 por ciento en 2018, y hasta el 4,8 por ciento desde el 4,2 por ciento a nivel del sector público. El déficit primario del 1,6 por ciento del PIB en 2019 superó ampliamente una proyección oficial de julio del 0,7 por ciento. "Como en años anteriores, el desequilibrio fiscal refleja un crecimiento del gasto corriente primario muy superior a las proyecciones presupuestarias, ya que los ingresos fiscales han disminuido en medio de un crecimiento débil", añadió. La deuda del Gobierno general aumentó a 62,6 por ciento del PIB a fines de 2019 desde 59,8 por ciento en 2018, muy por encima de la mediana actual de "BBB" del 40 por ciento, afirmó Fitch. La calificadora considera que será "desafiante" para el nuevo Gobierno su idea de reducir el déficit fiscal para lo que ha identificado 900 millones de dólares (1,5 por ciento del PIB) para recortar. La razón se debe "a un perfil de gasto altamente rígido dominado por los derechos sociales que reduce en gran medida la cobertura del gasto que se puede recortar discrecionalmente y la resistencia potencial de los grupos sociales y dentro de la burocracia pública". El nuevo Gobierno "ha descartado aumentos de impuestos, lo que es consistente con sus preocupaciones sobre la competitividad, pero puede reducir sus opciones de política si los recortes de gastos enfrentan vientos en contra". Fitch cree que el nuevo Gobierno debe presentar un presupuesto de cinco años para mediados de 2020, que proporcionará una indicación más clara de cómo espera equilibrar los objetivos fiscales con otros planes.