El impacto del coronavirus se hace sentir en la industria de los sueños: Hollywood prevé pérdidas por miles de millones de dólares en taquillas perdidas, mientras el mercado chino está parado desde hace semanas y las grandes productoras postergan las salidas de películas de éxito asegurado como el próximo James Bond. El año pasado, el "box office" internacional fue de 31.100 millones de dólares, un récord, por un total global de 42.500 millones, otro récord.
Pero los festejos se frenaron pronto con la emergencia del virus en China en los primeros días de 2020. También en Estados Unidos, el principal mercado mundial con más de 11.000 millones de dólares en ingresos en 2019, las taquillas mostraron señales de ceder: los 40 millones de dólares de entradas vendidas por primer clasificado del fin de semana, el film animado de Disney-Pixas "Onward", es poco menos de un cuarto respecto del mismo fin de semana de 2019. La señal evidente es que los consumidores, preocupados por el contagio, tuvieron pocos incentivos para dejar sus casas, donde de todos modos pueden ver películas en Netflix u otras plataformas de entretenimiento digital.
Las principales productoras tomaron nota de estas señales: el debut en las salas del próximo James Bond, "No Time to Die", fue postergado de abril a noviembre precisamente invocando el impacto del coronavirus, una decisión que hizo suponer decisiones análogas de parte de otros estudios, que por ahora no se concretaron. Entretanto en China, donde las más de 70.000 salas están cerradas desde hace semanas, las previsiones son de pérdidas de al menos dos mil millones de dólares en los primeros dos meses del año.
Disney, que le daba gran relevancia, pospuso el estreno chino de "mulan", mientras películas premiadas en el Oscar como "1917", "Jojo Rabbit" y "Mujercitas" salieron de la programación. Y también se registraron los primeros frenos a las producciones: Paramount postergó "por abundancia de cautela", pero también para cumplir las normas italianas que prohíben las aglomeraciones, el rodaje de "Mission: Impossible 7" con Tom Cruise. que debía filmarse durante tres semanas en Venecia.