La mayoría de los legisladores del consejo municipal de Miniápolis, la ciudad en la que murió el afro-americano George Floyd a manos de agentes, votó para iniciar un proceso de recorte de fondos y desmantelamiento del Departamento de Policía. "El objetivo es reformarlo y reconstruir junto con toda nuestra comunidad un nuevo modelo de seguridad pública que realmente garantice la seguridad de todos", acordaron los legisladores en la resolución. Tras las manifestaciones masivas del sábado contra el racismo y la brutalidad policial, avanza la presión para un cambio gradual, como exigir una capacitación más rigurosa, revisar las políticas y ordenar que los oficiales vivan en las comunidades en las que trabajan para profundizar su relación con los residentes.
Pero los legisladores optaron por respuestas más radicales, como desfinanciar a las agencias de aplicación de la ley o incluso desmantelar los departamentos de policía. Decenas de miles de personas marcharon en lugares de costa a costa el sábado en lo que quizás fue la mayor movilización de un día desde que Floyd murió el 25 de mayo. "Lo que enfrentamos es un cálculo real en muchos niveles", dijo Alicia Garza, cofundadora de Black Lives Matter (la vida de los negros importa). "Esta pandemia (de coronavirus) abrió las cortinas de décadas de desigualdad, décadas de devaluación y también ahora uno de los principales problemas que enfrentan las comunidades negras es la violencia a manos de la policía", apuntó.
Muchos activistas creen que los disturbios podrían ser una oportunidad para presionar al liderazgo demócrata, incluido el presunto candidato presidencial Joe Biden, para abordar cambios en la justicia penal de una manera más profunda. A raíz de las protestas contra la brutalidad policial y la campaña "Defund the Police", el alcalde de Nueva York, Bill De Blasio, prometió recortar una parte de los fondos destinados al Departamento de Policía de Nueva York y asignarlos a servicios juveniles y sociales. Se trata de un movimiento sin precedentes en la Gran Manzana que, según aseguró De Blasio, se implementará dentro de tres semanas. El Departamento de Policía de Nueva York tiene un presupuesto anual de 6 mil millones de dólares.