Una franja de 90 kilómetros de ancho en la Patagonia argentina, visible desde la Cordillera de los Andes hasta la costa del Atlántico sur, concentrará todas las miradas el próximo 14 de diciembre en ocasión de un eclipse total de sol que podrá visualizarse en la región.
El eclipse, que se podrá apreciar en forma parcial en el resto de la Argentina, será visible en su totalidad en las provincias patagónicas de Neuquén y Río Negro.
Un año y medio después del eclipse que concentró a turistas de todo el mundo en la provincia de San Juan (oeste de la Argentina) el 2 de julio de 2019, el fenómeno se repite pero en medio de las extrañas circunstancias provocadas por la pandemia para el turismo interno e internacional.
Las fronteras de la Patagonia, sin embargo, se abrirán justo a tiempo para que puedan ingresar visitantes de otras regiones, en coincidencia con el comienzo de la temporada turística de verano.
Mediante permisos especiales de circulación, aplicaciones como "Cuidar Verano", con declaraciones juradas de salud, y en algunos casos seguros del viajero que cubran Covid (obligatorio en Neuquén para mayores de 60 años o grupos de riesgo), será posible viajar para observar el cielo durante uno de los fenómenos más espectaculares que puede deparar la alineación de los astros.
La particular extensión del territorio argentino hace que sea posible la rareza de observar dos eclipses totales de sol durante dos años seguidos: muchas veces, estos fenómenos solo son visibles desde lugares de difícil acceso o donde las condiciones meteorológicas no prometen un cielo despejado.
En la Patagonia, por ejemplo, el próximo eclipse total de sol será en diciembre de 2048.
Los eclipses se producen cuando la luna se interpone entre el sol y nuestro planeta, ocultando durante un corto plazo el disco solar: si lo oculta en su totalidad, el eclipse será total. En algunos casos se dan eclipses anulares, cuando la luna cruza el sol por el centro pero no lo oculta por completo.
El 14 de diciembre, el sol avanzará desde el oeste por el océano Pacífico, luego atravesará la frontera con Chile al norte del volcán Lanín (Neuquén) y terminará en la costa atlántica a la altura del pequeño balneario de Bahía Creek (Río Negro).
La fase de totalidad durará algo más de dos minutos, alrededor de las 13.15: fuera de esa franja, el eclipse podrá ser apreciado con distintos grados de parcialidad.
Para la ocasión, los expertos recuerdan que es fundamental no observar nunca el sol de manera directa y mucho menos con binoculares o telescopios, ya que los años pueden alcanzar incluso la ceguera permanente. Para observar el sol es imprescindible contar con filtros especiales, vidrios de soldados (DIN14 o más) o proyecciones sobre pantallas.
Mientras tanto, las provincias patagónicas que estarán en el centro de la atención preparan todos los detalles para lo que se espera será un día excepcional.
En la capital de Neuquén, cientos de personas hicieron fila en la sede de la Universidad Nacional del Comahue para recibir en préstamo los lentes especiales que permitirán apreciar el fenómeno. Se trata de unos 7.000 pares donados por la asociación Astrónomos sin Fronteras, que luego podrán usarse en actividades pedagógicas.
Mientras tanto, en la zona atlántica de Río Negro se está diagramando un operativo especial a lo largo de la ruta que parte de Viedma, la capital provincial, rumbo al balneario El Cóndor y luego la escénica Ruta de los Acantilados, que bordea la costa, donde se encuentra Bahía Creek.
Esa zona en particular, sin embargo, es de dificil acceso por los médanos vivos que suelen invadir la ruta, sin que se llegue a despejar algunos tramos para el 14 de diciembre.
También la remota localidad de Valcheta, en la meseta rionegrina, organizará tres días de actividades especiales e instalará telescopios junto a la RN23, donde un grupo de astrónomos darán charlas explicativas.
A pesar de la pandemia, ya hay numerosas reservas tanto en Neuquén como en Río Negro y se espera que la capacidad de las ciudades y pueblos incluidos en la franja de eclipse total sea totalmente colmada.
Por eso mismo, las autoridades se esfuerzan en ultimar los preparativos teniendo en cuenta la situación del coronavirus: en varias localidades se dispondrá un control de acceso de los visitantes tomándoles la temperatura y desinfectando los vehículos, entre otras medidas preventivas.