El acuerdo para otorgar nuevos estímulos a la economía estadounidense quedó a un paso después de que el Congreso superó el mayor obstáculo, aquel de los poderes de la Reserva Federal (el Banco Central) y ahora se prepara, salvo sorpresas de última hora, para aprobar una disposición de 900.000 millones de dólares.
Pero mientras las negociaciones continúan sin cesar, surge un nuevo caso en la Casa Blanca, donde parece reinar cada vez más el caos.
El pasado viernes, durante una reunión en la Oficina Oval, Donald Trump, según reconstrucciones del New York Times y de la CNN, habría planteado la hipótesis de nombrar a la abogada conspiradora Sidney Powell como fiscal especial para investigar el fraude electoral. Una idea rechazada rotundamente por los colaboradores del presidente, incluido su abogado Rudolph Giuliani.
El propio Giuliani ya había descartado en las últimas semanas a la controvertida abogada tras su aparición en televisión en la que había acusado al expresidente venezolano Hugo Chávez, fallecido en 2013, de manipular las elecciones estadounidenses.
También hubo una clara oposición del jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, y del asesor legal Pat Cipollone, quien intentó explicarle al presidente que sus poderes no incluyen el nombramiento de un fiscal especial.
Sin embargo, no fue la hipótesis de Powell lo que calentó el encuentro, que terminó entre gritos, sino la idea de utilizar la ley marcial para subvertir el resultado de las elecciones.
Hipótesis lanzada por Michael Flynn, el exasesor de seguridad nacional que recibió el indulto de Trump y que es cliente de Powell.
Ante las protestas de los colaboradores del mandatario, Flynn habría comenzado a gritar y atacar públicamente al personal de Trump acusándolos de querer deshacerse del presidente.
La hipótesis de la ley marcial fue calificada de "vergonzosa" por el senador republicano moderado Mitt Romney: "Es una idea que no lleva a ninguna parte. Es un pecado que el presidente se pierda en estas cosas en lugar de disfrutar de su éxito por la vacuna, por la que luchó con fuerza".
La reconstrucción del choque, sin embargo, fue desmentida por el presidente en Twitter: "Ley marcial = Noticias falsas", escribió.
Trump, sin embargo, no se rinde sobre la votación: a un mes de la toma de posesión del presidente electo Joe Biden, su campaña presentó una nueva solicitud de intervención a la Corte Suprema para cambiar el resultado electoral partiendo de Pensilvania. Una iniciativa que, según los críticos, demuestra una vez más cómo el presidente está más interesado en sí mismo que en lo que está pasando en Estados Unidos, donde el Covid-19 está galopando.
El virus ha infectado ya a casi 18 millones de estadounidenses y se espera un nuevo salto en los casos con motivo de las fiestas navideñas.
La distribución de la vacuna Moderna comenzó y se espera la primera inyección para hoy, un importante paso adelante en la lucha contra el coronavirus, aunque todavía pasará mucho tiempo antes de que una parte sustancial de la población pueda vacunarse.
Lo preocupante, desde el punto de vista económico y sanitario, es precisamente el intervalo de tiempo necesario hasta una vacunación masiva.
Encajan en este marco las negociaciones en el Congreso para nuevos estímulos para la economía y para los estadounidenses abrumados por la pandemia, millones de los cuales están sin trabajo.
Los demócratas y republicanos han llegado a un compromiso y han resuelto el problema principal, el de los poderes de la FED.
Al Banco Central ya no le será permitido lanzar programas de emergencia como aquellos realizados en marzo pasado, en medio de la pandemia, para empresas y gobiernos locales sin la autorización del Congreso.
Superado el gran obstáculo, ahora se trabaja en los detalles con el objetivo de poner debajo del árbol de Navidad un cheque por 600 dólares para todos los estadounidenses.