El presidente estadounidense, Joe Biden, firmó en el estudio Oval tres órdenes ejecutivas sobre la inmigración, una iniciativa con la que revierte otra de las principales políticas de su antecesor, Donald Trump, y busca así impulsar con ellas la naturalización de unas nueve millones de personas.
Los tres decretos rubricados por Biden son para reunir a las familias de inmigrantes separados en la frontera mexicana, la otra para abordar las raíces de la inmigración de Centroamérica y restablecer el sistema de asilo, y la tercera para desechar finalmente las medidas "crueles" y "divisivas tomadas por el gobierno de Trump.
"No estoy haciendo nuevas leyes, estoy eliminando malas políticas, especialmente en inmigración", quiso enfatizar, definiendo la separación de los niños de sus padres como una "vergüenza moral nacional".
El presidente Biden anunció la creación de un grupo de trabajo para examinar las separaciones familiares en la frontera sur (con México) como consecuencia de la política de "tolerancia cero" de Trump y que un funcionario del gobierno actual calificó de "falla moral".
"El presidente Trump estaba tan concentrado en el muro que no hizo nada para abordar las causas fundamentales de por qué la gente está llegando a nuestra frontera sur; fue una estrategia limitada, inútil e ingenua, y falló", dijo un alto funcionario de Biden.
"La gente continúa migrando a los Estados Unidos, incluso hoy, por eso, el enfoque del presidente Biden es tratar la inmigración de manera integral, justa y humana", continuó.
Durante su campaña presidencial, Biden publicó anuncios que prometían establecer un grupo de trabajo "en su primer día como presidente".
Alejandro Mayorkas, quien se convirtió en el primer latino en encabezar el Departamento de Seguridad Nacional, será ahora el hombre clave en el grupo de trabajo, el cual tendrá la difícil tarea de reunir a padres e hijos separados.
Según estimaciones, alrededor de 5.500 niños fueron separados de sus padres tras haber ingresado ilegalmente a lo largo de la frontera sur.
Hasta el momento, aproximadamente 600 padres no han podido ser localizados por un comité designado por el tribunal.
"El presidente Biden cree que las familias van unidas. Ha dejado en claro que revertir las políticas de inmigración del gobierno de Trump que separaron a miles de familias en la frontera es una prioridad máxima", informó la administración Biden en un comunicado.
"El grupo de trabajo informará regularmente al presidente y recomendará medidas para evitar que tales tragedias vuelvan a ocurrir", continuó.
La actual Casa Blanca subrayó que las políticas de inmigración del gobierno de Trump "han causado caos, crueldad y confusión".
Por otro lado, Biden quiere que su gobierno agilice la naturalización de unos nueve millones de inmigrantes, dentro de una política migratoria más inclusiva, tras la línea dura mantenida por Trump.
Biden instó así a que se revise la llamada "regla de carga pública" creada en agosto de 2019 por el gobierno de Trump para denegar la tarjeta de residencia permanente ("green card"), o la ciudadanía, a quienes reciben algún tipo de asistencia social.
"Básicamente, estableció una prueba de riqueza para los inmigrantes", aseguró uno de los altos funcionarios.