Todo ocurrió pasadas las 18 horas en una cancha de fútbol 7, donde Enzo Texeira de 21 años se encontraba junto a sus amigos en la ciudad de Young, en Río Negro.
Desde muy pequeño había sido diagnosticado con una cardiopatía congénita, por lo que había sido intervenido quirúrgicamente para colocarle un marcapasos.
Estaba impedido de practicar deportes, pero imprudentemente, su gran pasión por el fútbol le llevaba a jugar de forma informal con sus amigos.
El martes, antes del partido de la selección, estaban jugando y el trágico final se produjo cuando ejecutaba un tiro libre.
Se descompensó y cayó en forma fulminante, pero como le gustaba hacer bromas, sus amigos pensaban que todo era teatro.
Pero al notar que no reaccionaba, llamaron a una ambulancia.
Cuando el equipo médico llegó, Enzo Texeira ya estaba sin vida. Intentaron reanimarlo, pero los esfuerzos fueron inútiles.