La pandemia de Covid ha provocado un aumento estimado del 18% en el número de personas que padecen hambre en el mundo, el mayor en décadas, lo que ha provocado un retroceso masivo en los esfuerzos por garantizar el acceso a los alimentos para todos.
Así lo denunció un informe de Naciones Unidas publicado hoy, que señala cómo este deterioro compromete más que nunca el objetivo de erradicar el hambre en 2030.
Las "recesiones económicas como resultado de las medidas de contención de Covid-19 en todo el mundo han contribuido a uno de los mayores aumentos del hambre en el mundo en décadas", dice el informe anual sobre seguridad alimentaria y nutrición compilado por varias agencias de la ONU.
Si bien aún no es posible determinar el impacto total de la pandemia, el informe estima que alrededor de 118 millones de personas más enfrentaron hambre en 2020 que en 2019, un aumento del 18%.
El aumento de la inseguridad alimentaria moderada o grave fue igual al de los cinco años anteriores combinados.
"Casi una de cada tres personas en el mundo (2.370 millones) no tuvo acceso a una nutrición adecuada en 2020, un aumento de casi 320 millones de personas en un solo año", dijo el informe.
Una de cada 10 personas estaba desnutrida, según el reporte del año de origen de la pandemia.
El reporte fue publicado conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las agencias dijeron que existe una oportunidad única para revertir la dinámica este año, gracias a dos importantes cumbres sobre alimentación y nutrición, junto con la reunión COP26 sobre cambio climático.
Será necesario un "enorme" esfuerzo para dar un giro y conseguir la meta propuesta para 2030, señala el documento.
Los organismos involucrados en el trabajo se muestran "preocupados" por el aumento del hambre en términos absolutos y proporcionales en 2020, ya que supera incluso el crecimiento de la población.
Frente al 8,4% de todas las personas que estaban desnutridas en 2019, este porcentaje aumentó hasta el 9,9% el año pasado.
La región donde este salto del hambre tuvo su mayor expresión es en Africa, donde la prevalencia estimada de la desnutrición -21% de la población- es más del doble que en cualquier otra región.
Por otro lado, más de la mitad de todas las personas desnutridas, 418 millones, viven en Asia, mientras que 60 millones corresponden a América Latina.
Además, del análisis de la situación mundial se desprende que también se acrecentó la brecha de género, ya que por cada 10 hombres con inseguridad alimentaria, había 11 mujeres.
En cuanto a la malnutrición, "persistió en todas sus formas", lamenta el informe, y "los niños pagaron un alto precio", ya que se estima que más de 149 millones de menores de cinco años tenían retraso en el crecimiento o eran demasiado bajos para su edad, y más de 45 millones estaban demasiado delgados para su estatura.
El informe presenta "seis caminos de transformación" para contrarrestar el hambre y la desnutrición, en el que insta a los políticos a integrar las políticas humanitarias, de desarrollo y consolidación de paz en zonas de conflicto mediante, por ejemplo, medidas de protección social.
También pide que se garantice un "entorno propicio para los mecanismos e instituciones de gobernanza" para hacer posible la transformación a la vez que insisten en que "el mundo debe actuar ahora", ya que de lo contrario, "los impulsores del hambre y la desnutrición se repetirán con creciente intensidad durante los próximos años, mucho después de que haya pasado el impacto de la pandemia".