El único mural pintado por el artista plástico colombiano Fernando Botero que existe en Colombia y el segundo de su tipo en el mundo, después del que está en la capilla de la Misericordia de Pietrasanta (Italia), fue trasladado hoy en una calculada operación de salvamento artístico.
El mural, de 9 x 2,55 metros titulado "Escena con jinete" y concluido por Botero en 1960, adornó durante décadas la sede principal en Medellín del que fuera en su momento el principal banco estatal de temas hipotecarios y desaparecido tras medio siglo de operación.
Cuando los empleados del banco y el mobiliario abandonaron la sede, el edificio arrendó aquel espacio a una caja de compensación familiar que lo convirtió en biblioteca, cuando los libros y los bibliotecarios se marcharon el lugar se convirtió en estacionamiento y hace años el sitio se transformó en un pasaje comercial en pleno centro de la segunda ciudad en importancia en Colombia.
Botero pintó el mural cuando tenía 28 años, tras resultar ganador de un concurso que hizo el entonces estatal Banco Central Hipotecario (BCH) para adornar su hall central.
Inicialmente, Botero, que para entonces llevaba diez años de carrera, pensó en pintar una culebra, pero las directivas del Banco lo convencieron de desistir de la idea, dado que en Colombia ese animal se asocia con las deudas.
Así que el artista, que aún estaba en la búsqueda de su sello personal, las figuras con volumen que dominan el conjunto de su obra, pintó una escena que parece recrear la historia del crecimiento y consolidación de esa zona del país.
En los años 90, Botero descubrió que las directivas del Banco en proceso de liquidación consultaron a expertos por el valor que podría tener el mural en el mercado, lo que desató la furia del artista que neutralizó cualquier intento de comercialización.
Los directivos del Museo de Antioquia se trazaron desde hace meses la meta de mover el mural a su sede y este domingo concretaron ese sueño al someter la pared donde está pintada la obra a un tratamiento especial para facilitar su desplazamiento sin un solo rasguño.
En la mañana de este domingo, obreros bajo el mando de expertos desprendieron la pared, dividida en dos sesiones, la embalaron, la retiraron del lugar mediante la ayuda de grúas y la transportaron a unas cuantas cuadras hasta la sede del Museo de Antioquia.
Previó a la operación de rescate, el Museo con apoyo de una de las principales cajas de beneficio y apoyo a trabajadores contrató varios expertos que se encargaron de evaluar el estado de la obra y limpiarla.
Hecho esto, el fresco fue recubierto con tela, cera y resinas, la pared se dividió en dos partes dado su tamaño e ingenieros construyeron un nuevo muro para facilitar el desprendimiento del mural sin causarle traumatismos al edificio.
El Museo de Antioquia avisó que restaurará por completo el fresco y lo podrá a disposición del público en noviembre de este año, cuando celebre los 140 años de su fundación. "El Museo de Antioquia se viene preparando desde hace varios años para recibir el mural; la ubicación que tendrá esta pieza en el centro del edificio articula las salas permanentes del segundo piso que recogen el arte desde finales del siglo XIX hasta los artistas modernos de Antioquia", explicó su directora, María del Rosario Escobar.
Agregó que esa pieza "completa una línea en la obra de Fernando Botero e invita a pensar todo el compendio histórico, temático, artístico y social que propone la colección del Museo en sus 140 años".
El Museo de Antioquia posee una de las mayores colecciones de Botero, tras la donación hecha por el maestro en el 2000.
La sede del recinto artístico está en pleno corazón de Medellín y en su antesala se edificó en 2001 una plaza que alberga 23 esculturas monumentales y volumétricas de Botero, convertida en referente urbano de esa ciudad, donde nació el artista en 1932.
Tan solo hay dos murales de Botero en el mundo, además del que fue movido hoy, se trata de la obra "La puerta del cielo" y "La puerta del infierno", que adornan la capilla de la Misericordia, en Pietrasanta, una ciudad con la que el artista tiene un estrecho vínculo sentimental y profesional.