ESTADOS UNIDOS (Sputnik) - Con una trayectoria de más de 35 años, la general Laura Richardson se convirtió en la primera mujer en comandar todas las operaciones militares de Estados Unidos en América Latina.
"Libertad, democracia, leyes e igualdad de género. Estos son los pilares que compartimos con nuestros aliados", dijo la nueva comandante.
A finales de octubre, en una ceremonia histórica en la base militar ubicada en Miami (EEUU), la general de 57 años se juramentó como la nueva cabecilla del Comando Sur, con más de 1.200 uniformados y civiles a cargo.
"Lidero este equipo en tiempos de muchos cambios. Con amenazas que no tienen fronteras: pandemias, organizaciones ilegales, cambio climático. La seguridad de esta región está directamente asociada con nuestra propia seguridad nacional. Vamos a reconstruir y expandir nuestras alianzas", dijo Richardson desde el escenario en Miami. "Los riesgos son muchos, pero estamos aquí para trabajar", agregó.
Mark Miller, jefe del Estado Mayor Conjunto y militar de más alto rango de Estados Unidos, aseguró que "es la persona indicada, en el momento indicado para tomar el control" del Comando Sur.
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"Acá estamos en un vecindario. Trabajamos codo a codo para asegurar este hemisferio. Quien se oponga a nuestra seguridad, a nuestra prosperidad o la de nuestros aliados, tiene que enfrentarse al Comando Sur", dijo y despidió a Craig S. Feller, a quien Richardson relevó.
La primera mujer al mando del Comando Sur
Antes de convertirse en la nueva jefa del Comando Sur, Richardson fue aviadora del Ejército, pilotó helicópteros Sikorsky UH-60 Black Hawk.
En 2011 fue ascendida a general de brigada, sirvió en varios mandos en Fort Hood (Texas) y como jefa de personal de comunicación en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán.
En junio de 2017, fue ascendida a teniente general y nombrada comandante general adjunta del Mando de las Fuerzas del Ejército de los Estados Unidos (FORSCOM). En octubre de 2018 pasó a ser la comandante en funciones, hasta marzo de 2019. En julio de ese año Richardson se convirtió en la primera mujer designada para comandar el Norte del Ejército de los Estados Unidos, cargo que ocupó hasta septiembre de 2021.
Unos meses antes, en marzo, fue nombrada por el presidente, Joe Biden, para ser la nueva jefa del Comando Sur. En agosto el Senado la confirmó en el cargo.
Ante el Congreso Richardson dijo que "la región del Comando Sur es de importancia estratégica para los intereses vitales de Estados Unidos", y que por ello uno de sus objetivos es "sincronizar nuestro enfoque de cooperación en materia de seguridad, trabajando en todos los comandos combatientes para reducir las brechas que nuestros competidores están explotando", según un comunicado de Defensa.
El 18 de octubre de 2021 Richardson se convirtió en la segunda mujer en alcanzar el rango de general en el Ejército de Estados Unidos, y en la tercera mujer en dirigir un mando de combate.
¿Qué es el Comando Sur?
El Comando Sur es una de las 10 unidades de las Fuerzas Armadas de EEUU cuyo objetivo es defender los intereses de ese país en América del Sur, América Central y el Caribe. Se trata de una herramienta de diplomacia militar del Pentágono, para combatir aquello que el Departamento de Estado señala como amenazas, mediante acciones directas o indirectas. También proporciona capacitación, entrenamiento y coordina operaciones militares conjuntas con diversas fuerzas armadas de la región.
El Comando Sur está a cargo de las bases militares estadounidenses en la región —las de Guantánamo en Cuba y Soto Cano en Honduras—, de centros de operaciones en Aruba, Curazao y El Salvador, y de redes de radares en Perú, Colombia y países del Caribe.
También está vinculado a la Escuela de las Américas, operada por el Ejército de EEUU para entrenar y capacitar a oficiales de los ejércitos de América Latina en "contrainsurgencia", que funcionó en Panamá y luego fue trasladada a Georgia —sureste de EEUU—, y por la que pasaron más de 80.000 militares latinoamericanos.