Un equipo transdisciplinario de académicos de la Universidad de Chile desarrolló el medicamento "Blueremin", que permite tratar preventivamente y de forma mínimamente invasiva la progresión del avance de las caries y remineralizar las piezas dentales.
El profesor Mario Díaz-Dosque explicó que este es "un producto de uso profesional que intercepta el avance y la formación de caries y la desmineralización del esmalte dental y, a diferencia de otros productos similares, no mancha los dientes, logrando inhibir el desarrollo de caries y también eliminarlas si se encuentran en su estadio primario".
Contó que su fácil aplicación no requiere mayor equipamiento ni una técnica compleja, lo que permitiría tener un bajo costo comercial, de manera de ofrecer una alternativa al alcance del sector público para mejorar la calidad de vida de los pacientes de manera masiva, manteniendo la mayor cantidad de tejido natural de los dientes tras el tratamiento.
Consultado por el inicio de esta iniciativa, el académico recordó que hace algunos años, junto al equipo de cariología , "comenzamos a conversar y nos dimos cuenta que se podía hacer un producto que tuviera la capacidad de devolver o evitar la pérdida del mineral en los dientes, y en base a eso generamos las primeras pruebas, que pudimos presentar en el concurso de innovación Open Beauchef, donde ganamos el primer lugar", paso crucial para realizar las pruebas in vitro necesarias.
En términos de su funcionamiento, Blueremin es una formulación líquida que combina la experiencia en el trabajo en complejos metálicos y en nanoestructuras de carbono, aplicando investigación de frontera en materia de ciencias básicas para actuar directamente sobre los agentes que producen las caries con mayor eficiencia que cualquier otro producto.
El profesor Humberto Palza, de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas enfatizó que en el caso de Blueremin se aprovecha una experiencia de trabajo de más de una década en torno a materiales anti-microbianos, "con diferentes estrategias para desarrollar materiales que limen o maten organismos, sobre todo bacterias, polímeros, partículas antimicrobianas".
Relató que "nos coordinamos con la Facultad de Odontología para enfocar una investigación que permitiera obtener una formulación que ayude a inhibir o matar macroorganismos asociados a las caries". Debido a sus características y ventajas comparativas, este producto desarrollado íntegramente en Chile, tiene el potencial de lograr gran impacto a nivel global.
El profesor Rodrigo Cabello destacó que lo que se busca es "colocar en manos del dentista una herramienta para ser más efectivo y con menos costo, aportando a resolver un problema de salud mundial".
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades bucodentales afectan a casi 3.500 millones de personas en el mundo, siendo la carie dental sin tratar en dientes permanentes el trastorno de salud más frecuente.
Incluso, más de 530 millones de niños sufren de caries en los dientes de leche.
Así, las enfermedades bucodentales constituyen una gran carga para el sector salud, siendo la carie dental la enfermedad no transmisible más común en el mundo, teniendo un tratamiento caro, que consume entre un 5% y 10% del presupuesto de salud en países industrializados, y una de las mayores razones de hospitalización de niños.
Esta enfermedad se produce cuando la placa bacteriana que se forma en la superficie de los dientes, convierte el azúcar libre de los alimentos y bebidas en ácidos que lo destruyen en el tiempo. La falta de tratamientos preventivos y menos invasivos provocan que esta enfermedad sea resuelta con intervenciones a la estructura del mismo diente, reemplazando tejido natural con materiales invasivos, aumentando la probabilidad de perder los dientes, y con consecuencias que involucran un deterioro de la calidad de vida de las personas y su salud en general.
Blueremin obtuvo hace dos años, la patente N°201602960 en Chile y recientemente fue aprobada en Estados Unidos con el número WO2018090156A1, encontrándose en proceso en la Unión Europea, lo que marca un hito en este tipo de productos en Chile.
"En términos bien objetivos, creo que es el primer producto de estas características en la Facultad de Odontología que tiene una patente en EEUU y, sin lugar a dudas, es un producto que, en un futuro con mayor desarrollo, va a tener impacto a nivel mundial", destacó Díaz-Dosque.
Actualmente, el equipo está postulando a proyectos para desarrollar las pruebas clínicas necesarias durante el próximo año, para luego avanzar hacia el diseño de producción.
El profesor Mario Díaz-Dosque explicó que este es "un producto de uso profesional que intercepta el avance y la formación de caries y la desmineralización del esmalte dental y, a diferencia de otros productos similares, no mancha los dientes, logrando inhibir el desarrollo de caries y también eliminarlas si se encuentran en su estadio primario".
Contó que su fácil aplicación no requiere mayor equipamiento ni una técnica compleja, lo que permitiría tener un bajo costo comercial, de manera de ofrecer una alternativa al alcance del sector público para mejorar la calidad de vida de los pacientes de manera masiva, manteniendo la mayor cantidad de tejido natural de los dientes tras el tratamiento.
Consultado por el inicio de esta iniciativa, el académico recordó que hace algunos años, junto al equipo de cariología , "comenzamos a conversar y nos dimos cuenta que se podía hacer un producto que tuviera la capacidad de devolver o evitar la pérdida del mineral en los dientes, y en base a eso generamos las primeras pruebas, que pudimos presentar en el concurso de innovación Open Beauchef, donde ganamos el primer lugar", paso crucial para realizar las pruebas in vitro necesarias.
En términos de su funcionamiento, Blueremin es una formulación líquida que combina la experiencia en el trabajo en complejos metálicos y en nanoestructuras de carbono, aplicando investigación de frontera en materia de ciencias básicas para actuar directamente sobre los agentes que producen las caries con mayor eficiencia que cualquier otro producto.
El profesor Humberto Palza, de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas enfatizó que en el caso de Blueremin se aprovecha una experiencia de trabajo de más de una década en torno a materiales anti-microbianos, "con diferentes estrategias para desarrollar materiales que limen o maten organismos, sobre todo bacterias, polímeros, partículas antimicrobianas".
Relató que "nos coordinamos con la Facultad de Odontología para enfocar una investigación que permitiera obtener una formulación que ayude a inhibir o matar macroorganismos asociados a las caries". Debido a sus características y ventajas comparativas, este producto desarrollado íntegramente en Chile, tiene el potencial de lograr gran impacto a nivel global.
El profesor Rodrigo Cabello destacó que lo que se busca es "colocar en manos del dentista una herramienta para ser más efectivo y con menos costo, aportando a resolver un problema de salud mundial".
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades bucodentales afectan a casi 3.500 millones de personas en el mundo, siendo la carie dental sin tratar en dientes permanentes el trastorno de salud más frecuente.
Incluso, más de 530 millones de niños sufren de caries en los dientes de leche.
Así, las enfermedades bucodentales constituyen una gran carga para el sector salud, siendo la carie dental la enfermedad no transmisible más común en el mundo, teniendo un tratamiento caro, que consume entre un 5% y 10% del presupuesto de salud en países industrializados, y una de las mayores razones de hospitalización de niños.
Esta enfermedad se produce cuando la placa bacteriana que se forma en la superficie de los dientes, convierte el azúcar libre de los alimentos y bebidas en ácidos que lo destruyen en el tiempo. La falta de tratamientos preventivos y menos invasivos provocan que esta enfermedad sea resuelta con intervenciones a la estructura del mismo diente, reemplazando tejido natural con materiales invasivos, aumentando la probabilidad de perder los dientes, y con consecuencias que involucran un deterioro de la calidad de vida de las personas y su salud en general.
Blueremin obtuvo hace dos años, la patente N°201602960 en Chile y recientemente fue aprobada en Estados Unidos con el número WO2018090156A1, encontrándose en proceso en la Unión Europea, lo que marca un hito en este tipo de productos en Chile.
"En términos bien objetivos, creo que es el primer producto de estas características en la Facultad de Odontología que tiene una patente en EEUU y, sin lugar a dudas, es un producto que, en un futuro con mayor desarrollo, va a tener impacto a nivel mundial", destacó Díaz-Dosque.
Actualmente, el equipo está postulando a proyectos para desarrollar las pruebas clínicas necesarias durante el próximo año, para luego avanzar hacia el diseño de producción.