SAO PAULO (Uypress) - La deforestación en la Amazonía brasileña alcanzó un nuevo récord en el primer trimestre de 2022, cuando se registraron 941 kilómetros cuadrados de selva destruidos, según el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).
Pese al descenso registrado en marzo con un 15 por ciento, las investigaciones del INPE mostraron que, en el primer trimestre de 2022, hubo un incremento del área desforestada del 64 por ciento con relación a los datos de 2021.
Este nuevo récord pauta una deforestación mayor que la reportada en 2016 y, de acuerdo con lo registrado en los meses de enero y febrero juntos, es también el peor de la historia del INPE, ya que hay 629 kilómetros cuadrados (km²) afectados, superando lo ocurrido en 2020, que fue de 470 km².
Por su parte, el Instituto de Investigaciones Ambientales de la Amazonía (IPAM) advirtió que la deforestación de la Amazonía aumentó en un 56,6 por ciento en los últimos tres años, entre agosto de 2018 y julio de 2021, con la pérdida de vegetación autóctona de 32.740 km².
Organizaciones medioambientales han manifestado su preocupación por las cifras de deforestación en este primer trimestre del año, ya que históricamente se han presentado registros menores al tratarse de los meses más lluviosos en la región.
Atribuyen este incremento de la tala y los incendios en la Amazonía al discurso antiecologista del presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien defiende la explotación de los recursos naturales del ecosistema, incluso en las reservas indígenas. Durante su gestión del presidente se ha recortado sucesivamente el presupuesto para la protección ambiental, y se han implementado medidas para potenciar el modelo del agronegocio, el agrohidronegocio y la minería.