Superada la fase de las restricciones por el Covid, que encerraron en casa a las personas, pero que disminuyó el comercio, en Europa existe una "rápida suba" del consumo de drogas.
El cannabis se confirmó como la sustancia más usada, seguida por los estimulantes: la cocaína o sus subrogantes sintéticos. La droga no se frena, ni siquiera ante la guerra, con el Donbás en llamas, las rutas se están readaptando.
El informe europeo sobre drogas 2022, del Observatorio europeo de las drogas y de las toxicodependencias (EMCDDA), señaló "un retorno a la situación anterior a la pandemia".
Dos datos lo testimonian: el análisis de las aguas residuales revela un aumento del consumo de cocaína, crack, anfetaminas y metanfetaminas en 75 ciudades entre el 2020 y 2021, y con el aflojamiento de las restricciones, el tratamiento de la toxicodependencia y los otros servicios parecer volver a la "administración normal".
Otros 22 millones de europeos adultos admitieron el consumo de cannabis en el último año, 3,5 millones consumieron cocaína, 2,6 millones Mdma y 2 millones anfetaminas, un millón heroína o un otro opiáceo ilícito.
"Las asociaciones entre redes criminales dieron lugar a una disponibilidad récord de cocaína y a la producción de metanfetaminas a escala industrial en Europa", subrayó la comisaria europea para Asuntos Internos, Ylva Johansson, al presentar el informe.
Y aparecen también las sustancias siempre nuevas: "Este año -recordó Johansson- recorren los 25 años del sistema de alerta rápido en Europa sobre nuevas sustancias psicoactivas. En estos 25 años las drogas se volvieron más potentes y más tóxicas".
Fueron 880 las identificadas en este lapso, al ritmo de una a la semana en el último año. Cambian incluso las rutas: después de los controles en China, muchas nuevas sustancias llegan de la India.
Prosigue el cultivo de la amapola en Afganistán, no obstante la prohibición de los talibanes. Por el contrario, con el país de rodillas, los opiáceos podrían convertirse en una forma de rédito indispensable. Y recientemente se registró una creciente producción de metanfetaminas basadas en la efedra, un arbusto que se adapta bien al clima afgano.
Es evidente -afirmó el director de EMCDDA, Alexis Goosdeel- que la guerra en Ucrania está cambiando las rutas de los tráficos, hacia el sur del Mar Negro, Turquía, Bulgaria y Grecia. "Debemos actuar con una mayor cooperación, y con la ayuda de Europol y Eurojust", agregó.