Solo en Canelones este insecto provocó que más de 160 palmeras se secaran y murieran, y para evitar que el escarabajo se siga extendiendo a otras zonas las autoridades de Canelones enterraron las palmeras afectadas, en un intento por matar así al "picudo rojo" y sus larvas.
No se sabe cómo llegó este insecto, que es originario del sur asiático y la Polinesia.
Grille explicó que:
“La clave es una detección temprana, para hacer un tratamiento con la palmera. Si está colonizada hay que quitar la palmera. Hay dos formas, luego de quitarla: enterrarla o chiparla”.
“Ahora en invierno el insecto está sin actividad. Para la primavera hay que tomar otras medidas. Aunque es muy difícil de erradicar”.
Afortunadamente este animal no es perjudicial para las personas.