Esta especie de lobo marino suele vivir en islas al norte de la Antártida, en pleno océano Atlántico, incluso más cerca de Sudáfrica que de Sudamérica.
El señor Silvera finalizó explicando que el animal fue revisado por una bióloga y se encuentra en muy buen estado de salud.
Estos ejemplares de Aarctocephalus tropicalis, cuando llegan a una playa suelen quedarse unos días descansando y luego prosiguen su ruta.