ESTOCOLMO - El día después de las elecciones, Suecia amanece con un resultado incierto y, por ahora, la coalición de centro-derecha está solo un escaño por delante de la coalición de centro-izquierda y podría ser la encargada de formar gobierno, tras una campaña con el eje puesto en la migración.
Si el resultado provisional se convierte en definitivo (lo que se espera para el miércoles), el líder del partido moderado, Ulf Kristersson, tendrá la tarea de formar una coalición gobernante conservadora.
Dentro de la coalición de centro-derecha, sin embargo, los moderados son el segundo partido en términos de votos, después de la extrema derecha nacionalista de los demócratas suecos, que recolectó alrededor del 20% de los votos.
Se trata de un logro histórico para el partido de Jimmy Akesson, que ha experimentado un crecimiento constante a lo largo de los años desde su debut en el parlamento en 2010.
Anoche, Akesson pronunció un discurso en la circunscripción de Sverigesdemokraterna en el que destacó el logro y agregó que espera tener un papel en un gobierno de coalición.
El partido antiinmigración de Akesson va en camino de ser la segunda fuerza política en Suecia y daría la mayoría provisional a la derecha tras unas ajustadas elecciones.
La primera ministra saliente, Magdalena Andersson, de los socialdemócratas, registró un aumento de votos en comparación con 2018 para su partido, que sigue siendo el más votado con el 30 % de las preferencias. La coalición de centroizquierda con los Verdes, los Centros y la Izquierda, sin embargo, no tiene, según los datos actuales, el número de votos necesarios para gobernar.
Todo parece indicar que el radical cambio de postura socialdemócrata respecto a los graves problemas que plantea la inmigración no servirá para prorrogar el mandato de Andersson.
El giro de la primera ministra hacia las estrictas posiciones de Mette Frederiksen, su homóloga y correligionaria danesa, debía contrarrestar el auge de Demócratas de Suecia (SD), de Akesson,y confirmar que los suecos se dirigen ahora por los mismos derroteros que la vecina Dinamarca, que desde 2002 se ha distinguido por tener una de las políticas de extranjería más duras de Europa.
Habrá que esperar al miércoles para las cifras definitivas, cuando se cuenten los votos por correo y los de los votantes en el extranjero.
Lo que surge claramente es que, según lo reflejan las urnas, se trata de un país muy polarizado y quien se convierta en el próximo primer ministro tendrá importantes retos que afrontar, como el aumento de los costos energéticos, el ingreso en la OTAN y la gestión de la presidencia del consejo UE desde enero de 2023.
No obstante, el gran tema de la campaña electoral ha sido sin duda la violencia de las bandas de origen extranjero (Balcanes, Oriente Medio, Magreb y el este de África). Suecia es el país europeo donde se producen más muertes por armas de fuego y el único donde este tipo de crimen ha aumentado en las últimas dos décadas.
El año pasado ocupaba el segundo puesto tras Croacia, pero en 2022 superó a la nación balcánica al registrar más asesinatos en lo que va del año (unos 48), que en todo 2021.