NUEVA YORK - Funcionarios de la ONU en Haití describieron en una reunión del Consejo de Seguridad la "catástrofe humanitaria" que se vive en el país, donde la situación ha alcanzado "un nuevo nivel de desesperación" tras dos semanas de violencia y saqueos.
"La crisis económica, la crisis de las pandillas y la crisis política se han combinado para crear una catástrofe humanitaria", explicó la enviada de la ONU a Haití, Helen La Lime, que recordó que antes de que estallaran los últimos disturbios unos 4,9 millones de haitianos necesitaban asistencia humanitaria.
En las últimas dos semanas, los ataques a los depósitos del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Haití "han provocado la pérdida de 2.000 toneladas de ayuda alimentaria por valor de 5 millones de dólares, destinadas a los 200.000 más vulnerables en el próximo mes", reveló La Lime.
Además, la terminal petrolera de Varreux, la más grande en el país, lleva más de una semana "sitiada" por las pandillas, y la escasez de combustible tiene un impacto en todo el funcionamiento del país, incluido el cierre de hospitales.
"En lugar del progreso esperado y soñado, hoy la situación en Haití ha llegado a un nuevo nivel de desesperación", agregó Valerie Guarnieri, subdirectora ejecutiva del PMA, al señalar que el precio promedio de la canasta de alimentos ha subido un 52% en un año.
"Esperamos que la seguridad alimentaria se deteriore aún más este año, superando el récord de 4,5 millones de personas en crisis, incluidos 1,3 millones en estado de emergencia", continuó.
El canciller haitiano, Jean Victor Geneus, presente en el encuentro, aseguró que en materia de violencia, "salvo casos aislados, la situación está en general bajo control y la calma ha regresado a varios puntos del país".