MONTEVIDEO (Uypress) – En una situación inédita, luego del triunfo de Lula en Brasil las cinco principales economías de América Latina estarán regidas por gobiernos de izquierda.
Con la victoria alcanzada por Luiz Inácio Lula da Silva, a partir del 1 de enero de 2023, cuando asuma, las cinco principales economías de América Latina estarán dirigidas por gobernantes de izquierda. El brasilero, que accede por tercera vez a la presidencia de su país, se unirá así a Alberto Fernández, de Argentina; Gabriel Boric, de Chile; Gustavo Petro, de Colombia y López Obrador, de México.
Según reseña Santiago Torrado para El País de Madrid, fueron justamente esos cuatro líderes los primeros en felicitar a Lula.
El líder del PT intentará reinsertar a su país en el contexto internacional, luego de los cuatro años de Jair Bolsonaro, al que The Economist ha calificado como el "pupilo estrella" de Donald Trump.
La vuelta de Lula puede significar un duro traspié para los intentos de afianzamiento de la ultraderecha, y un espaldarazo a la corriente de gobiernos denominados progresistas.
Señala Torrado en su nota que "desde 2018, por población, peso económico y capacidad de interlocución con Estados Unidos, ese papel le corresponde al presidente de México. López Obrador, que está a punto de entrar en la recta final de su mandato, recibió a Lula el pasado marzo haciendo hincapié en las afinidades con el brasileño. 'Nos une la lucha por la igualdad y la justicia', afirmó entonces. Tras conocer su victoria, dejó claro su alborozo: "Ganó Lula, bendito pueblo de Brasil. Habrá igualdad y humanismo", dijo en un tuit.
Brasil concluyó el segundo mandato de Lula como un poder emergente, y posteriormente dio pie a la crisis política y económica que llevó al impeachment de su sucesora, Dilma Roussef, en 2016. En su momento Barack Obama lo consideró "el político más popular de la tierra", y encabezó los listados de líderes más influyentes, promovió el bloque de los BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica-, el país obtuvo la sede del Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 e incluso se hizo una película sobre su vida, Lula, o filho do Brasil (Lula, el hijo de Brasil).
El peso de Brasil es innegable. Se trata de un país de dimensiones continentales, con más de 200 millones de habitantes, que crecerá este año al 2,8%, según el FMI. "¿Cuáles son las cinco mayores economías de América Latina?", pregunta con trampa por teléfono el exdiplomático Julio César Gomes Dos Santos para subrayar que después de Brasil y México, el Estado de São Paulo -con 46 millones de habitantes- sería por sí mismo la tercera economía de la región, por encima de Argentina, Colombia y Chile.
"Brasil es hoy un paria de la comunidad internacional", se lamenta Julio César Gomes Dos Santos, que fue embajador en los gobiernos de Cardoso y Lula y después se dedicó a la academia en Colombia. Desde tiempos de la dictadura, que acabó en 1985, Brasil trazó una política exterior independiente, responsable y pragmática, muy profesional, que prosiguió con todos los presidentes hasta que Bolsonaro rompió esa tradición al alinearse con la Casa Blanca de Trump, explica el experto. ¿Cómo sería una nueva política exterior con Lula? "Basta dar una mirada a sus dos gobiernos, cuando Brasil se proyectó en el exterior como en ninguna otra época de su historia", señala. Sería, según este análisis, un regreso a la tradición diplomática brasileña.
"Vamos a construir un Brasil sostenible", promete Lula en una carta al "Brasil del mañana" que divulgó su campaña esta semana, en la que se propone superar el aislamiento que atribuye a Bolsonaro. "Retomaremos la política exterior soberana, altiva y activa, promoviendo el diálogo democrático y respetando la autodeterminación de los pueblos".
Dado que la integración con Argentina, Uruguay y Paraguay en el Mercosur se antoja irreversible -a pesar de que Bolsonaro intentó torpedear el bloque-, la mayor sintonía que se vislumbra es con la Colombia de Petro, otro país amazónico. Entre los actuales líderes latinoamericanos, apunta Gomes Dos Santos, "el único que tiene una vastísima experiencia de gobierno de ocho años en un país como es Brasil, con una industrialización increíble, una agricultura imbatible y un empresariado fortísimo, y convivió con todo esto, fue Lula", finaliza su artículo el columnista Santiago Torrado, de El País de Madrid.