LA HABANA - Uno de los más prolíficos creadores del inmortal "neorrealismo italiano" Cesare Zavattini, dramaturgo y brillante guionista cinematográfico, ha tenido un merecido espacio en el 43 Festival de cine de La Habana, que celebra su 120 natalicio.
Zavattini nacido en Luzzara en septiembre de 1902 y fallecido en Roma en 1989, uno de los principales teóricos y defensores del movimiento neorrealista, ganó su gran fama que perdura por extraordinaria labor en el séptimo arte.
El homenaje al también poeta, periodista y pintor italiano ha estado a cargo de Orizzonti Italia-Cuba, al cumplirse 120 años de Zavattini.
"Horizontes Italia-Cuba" explicó en su página web en italiano y español que las presentaciones sobre el mago del neorrealismo italiano incluyen en el festival un concurso para diseñadores gráficos.
Este estará dedicado a trabajos sobre la cartelera de celebración, la retrospectiva de sus películas y la realización de una publicación dedicada a él en los dos idiomas.
"Una importante ventana al audiovisual italiano contemporáneo está representada por películas y clases magistrales como signos creativos para definir un alfabeto común que sirva de pauta para futuras colaboraciones productivas y educativa", divulgó el sitio digital.
En el 43 festival Zavattini es visto como uno de los fundadores del Gran Cine, y ha hecho posible un recorrido por la "memoria artística de uno de los maestros del cine italiano a través de ensayos de académicos y estudiosos, acompañada de un aparato fotográfico puesto a disposición por el Centro Sperimentale di Cinematografia - Cineteca Nazionale y por los principales archivos en los que se conserva el patrimonio de Zavattini", divulgó la página.
El libro bajo el sello de Orizzonti Italia-Cuba narra su poética y producción cinematográfica y muestra "ensayos de académicos y estudiosos, acompañada de un aparato fotográfico puesto a disposición por el Centro Sperimentale di Cinematografia - Cineteca Nazionale y por los principales archivos en los que se conserva el patrimonio de Zavattini.
En junio último ya se desarrolló en La Habana un intenso programa de acividades en el marco de Orizzonti Italia-Cuba, que ha expandido un diálogo de cine entre ambas naciones, cuyo "fuerte" de cooperación es la cultura.
Ese primer homenaje de verano fue dedicado a Zavattini por ser considerado como uno de los cineastas italianos más respetados en Cuba.
La prensa local cubana citó al director de la Cinemateca de Cuba, Luciano Castillo, quien subrayó el legado de Zavattini en discípulos cubanos como Julio García Espinosa y Tomás Gutiérrez Alea, e incluso el escritor colombiano Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez.
El creador de "Cien años de Soledad" fue citado al exponer alguna vez que Zavattini fue "una máquina de pensar argumentos" junto a gigantes artísticos como Vittorio De Sicca.
Son involvidables las obras con el toque magistral de Zavattini como Milagro en Milán y Ladrones de Bicicletas, francamente amadas en Cuba.
Zavattini estuvo dedicado así en toda su vida artística a la literatura en todas sus formas.
Incluso en un área compleja como el periodismo con artículos publicados en diversos rotativos y revistas: la Gazzetta di Parma (1935-36), Cinema Illustrazione, Secolo Illustrato y Le Grande Firme (1937-38).
Fueron títulos suyos lúcidos "Parliamo tanto di me (Hablamos mucho de mí, 1931), I poveri sono matti (Los pobres están locos, 1937), Io sono il diavolo (Yo soy el diablo, 1941) y Totò il buono (Totò el bueno, 1943).
Zavattini nacido en Luzzara en septiembre de 1902 y fallecido en Roma en 1989, uno de los principales teóricos y defensores del movimiento neorrealista, ganó su gran fama que perdura por extraordinaria labor en el séptimo arte.
El homenaje al también poeta, periodista y pintor italiano ha estado a cargo de Orizzonti Italia-Cuba, al cumplirse 120 años de Zavattini.
"Horizontes Italia-Cuba" explicó en su página web en italiano y español que las presentaciones sobre el mago del neorrealismo italiano incluyen en el festival un concurso para diseñadores gráficos.
Este estará dedicado a trabajos sobre la cartelera de celebración, la retrospectiva de sus películas y la realización de una publicación dedicada a él en los dos idiomas.
"Una importante ventana al audiovisual italiano contemporáneo está representada por películas y clases magistrales como signos creativos para definir un alfabeto común que sirva de pauta para futuras colaboraciones productivas y educativa", divulgó el sitio digital.
En el 43 festival Zavattini es visto como uno de los fundadores del Gran Cine, y ha hecho posible un recorrido por la "memoria artística de uno de los maestros del cine italiano a través de ensayos de académicos y estudiosos, acompañada de un aparato fotográfico puesto a disposición por el Centro Sperimentale di Cinematografia - Cineteca Nazionale y por los principales archivos en los que se conserva el patrimonio de Zavattini", divulgó la página.
El libro bajo el sello de Orizzonti Italia-Cuba narra su poética y producción cinematográfica y muestra "ensayos de académicos y estudiosos, acompañada de un aparato fotográfico puesto a disposición por el Centro Sperimentale di Cinematografia - Cineteca Nazionale y por los principales archivos en los que se conserva el patrimonio de Zavattini.
En junio último ya se desarrolló en La Habana un intenso programa de acividades en el marco de Orizzonti Italia-Cuba, que ha expandido un diálogo de cine entre ambas naciones, cuyo "fuerte" de cooperación es la cultura.
Ese primer homenaje de verano fue dedicado a Zavattini por ser considerado como uno de los cineastas italianos más respetados en Cuba.
La prensa local cubana citó al director de la Cinemateca de Cuba, Luciano Castillo, quien subrayó el legado de Zavattini en discípulos cubanos como Julio García Espinosa y Tomás Gutiérrez Alea, e incluso el escritor colombiano Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez.
El creador de "Cien años de Soledad" fue citado al exponer alguna vez que Zavattini fue "una máquina de pensar argumentos" junto a gigantes artísticos como Vittorio De Sicca.
Son involvidables las obras con el toque magistral de Zavattini como Milagro en Milán y Ladrones de Bicicletas, francamente amadas en Cuba.
Zavattini estuvo dedicado así en toda su vida artística a la literatura en todas sus formas.
Incluso en un área compleja como el periodismo con artículos publicados en diversos rotativos y revistas: la Gazzetta di Parma (1935-36), Cinema Illustrazione, Secolo Illustrato y Le Grande Firme (1937-38).
Fueron títulos suyos lúcidos "Parliamo tanto di me (Hablamos mucho de mí, 1931), I poveri sono matti (Los pobres están locos, 1937), Io sono il diavolo (Yo soy el diablo, 1941) y Totò il buono (Totò el bueno, 1943).