Italia se redescubre "Divina" en la programación del Teatro Colón de Buenos Aires, uno de los escenarios más prestigiosos de América Latina y del mundo. La estación dedicada al Belpaese, presentada en el Palacio Alvear, en la capital argentina, para la ocasión ataviado de juegos de sonido, luz y colores como confirmación de la colaboración entre la embajada de Italia, el Istituto Italiano de Cultura (IIC) de Buenos Aires y el Teatro Colón, promete volver a evocar la gran herencia del arte musical italiano de célebres compositores como Donizetti, Verdi, Rossini, Puccini, unida a los nuevos clásicos, a las tendencias compositivas más actuales, llevadas a la escena por algunos de los más grandes directores y coreógrafos del presente.
Un ejemplo tangible de como es "estrecha y de altísimo nivel la cooperación en el ámbito cultural entre Italia y Argentina, un ligazón histórica que constantemente se renueva con una mirada hacia el futuro", resaltó el embajador Fabrizio Lucentini, que en virtud de esta cooperación, en el curso del evento en la inauguración de la estación, valorizó la candidatura de Roma, "ciudad única por su extraordinaria tradición y producción artística" como sede de la Exposición Universal 2030.
Un anuncio, el de "Divina Italia", portador del signo de la fértil sociedad creativa y de expresión de gratitud por un magnífico patrimonio y por los proyectos contemporáneos de los que son hijos. "No solamente un programa bien confeccionado de espectáculos maravillosos -subrayó la directora del IIC, Donatella Cannova- sino también un dispositivo capaz de transmitir arte, belleza, creatividad y cultura, nacido de la fuerza de los vínculos culturales que unen a Italia y Argentina".
Un ciclo sin precedentes que tendrá su debut el martes 7 de marzo, con la Sinfonía N° 2, Resurrection, de Gustav Mahler, con la dirección del maestro Charles Dutoit, con la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, con escenografía, trajes y luces del director Romeo Castellucci. Un espectáculo imponente que lleva al escenario una representación plástica "de la eterna lucha entre el bien y el mal, pero sobre todo que deja entrever cómo generalmente es la vida la que prevalece, también en medio de las devastaciones.
Una resurrección, homenaje a 40 años del retorno de la democracia" en Argentina, y un auspicio universal, como explicó el director general y artístico del Teatro Colón, Jorge Telerman. Entre los espectáculos de relieve, también el Fausto de Charles Gounod, una de las melodías más célebres del repertorio lírico francés, que el 14 de marzo inaugurará la estación del Belcanto.
Stefano Poda, desembarcado en Buenos Aires con nueve containers para los montajes, es el director de esta producción del Teatro Regio de Turín, del Israel Opera y de la Opera de Lausana, con la dirección musical a cargo del maestro Jan Latham-Koenig, con la intención de conceder al espectador en la platea el descubrimiento de un secreto además de su profunda vida.
"El teatro sigue siendo hoy la única ocasión de compararnos con nosotros mismos -dice Poda -, y en este sentido el teatro se convierte en el verdadero templo del humanismo. Un modo de reencontrarnos y dar valor a la propia vida".
Un repaso de propuestas, de la lírica a la música de cámara, del ballet a espacios por los más pequeños, que se articulará en decenas de títulos y centenares de espectáculo y que, entre fines de mayo y comienzos de junio, traerá a la capital argentina también a Roberto Bolle en el ballet dedicado a Caravaggio, basado en la música de Claudio Monteverdi y creado por el coreógrafo italiano Mauro Bigonzetti.