GENTE D'ITALIA (Fabio Porta*) - "El bien de la información goza de explícita protección constitucional. El artículo 21 de la Carta, al afirmar que 'toda persona tiene derecho a expresar libremente su pensamiento de palabra, por escrito y por cualquier otro medio de difusión' -y esto concierne a todo ciudadano- subraya el valor de la prensa como medio, indicando que no puede ser objeto de autorización ni censura".
Son las palabras contenidas en el mensaje que el presidente Sergio Mattarella pronunció hace unos días con motivo del 60 aniversario de la Orden de los periodistas.
Palabras claras e inequívocas, que retoman uno de los artículos principales de nuestra Constitución.
Palabras pronunciadas hoy porque la censura aún no ha sido prohibida por nuestro sistema de información. En efecto, como cuenta el diario "Gente de Italia", la denuncia no sólo existe pero se expresa a través de la "opinión" (obligatoria pero no vinculante, según la ley) del Comité s de Uruguay, organismo que debe hacer todo lo posible para garantizar el respeto de los derechos de los italianos en el exterior, y entre ellos el de la información libre y completa. Una "opinión" que es esencialmente una censura contra el que hasta hace unos meses era el único diario italiano que se sigue publicando en Sudamérica en la actualidad.
Aun admitiendo la anomalía de una ley que somete una contribución pública a la evaluación de un órgano político (sobre la cual también se debe abrir una reflexión en el Parlamento), es bueno recordar que la referida legislación prevé, entre los requisitos que deben cumplir los Comités pidió confirmar con su opinión la circulación del periódico o revista dentro de la comunidad italiana y la presencia de artículos en italiano por lo menos en un 50 por ciento.
En cambio, esto es lo que está escrito en el documento aprobado por la mayoría de los Comités para justificar la suspensión de la contribución al periódico: "de las páginas del periódico surge una forma de periodismo que daña mucho la imagen de la comunidad italiana y su miembros".
Es claro que se trata de una valoración relativa al contenido del periódico y no a los requisitos establecidos por la ley. En un caso como éste cabría esperar que nuestra representación consular, al transmitir el dictamen de los Comités al Ministerio de Asuntos Exteriores (y por tanto al departamento de publicaciones de la Presidencia del Consejo), corrija esta evidente forzamiento de las prerrogativas del órgano representativo de los italianos en el extranjero, para proteger los derechos de estos últimos y, sobre todo, el principio de libertad de prensa consagrado en el art. 21 de la Constitución.
Y en cambio, ¿qué sucede? ¿Qué escribe el Embajador Jannuzzi sobre el "Pueblo de Italia"? Aquí está: "Es un periódico destinado a favorecer controversias innecesariamente divisorias dentro de la Colectividad, como si el objetivo fuera administrar una arena de confrontación sin tener una información correcta, completa y precisa".
Tanto por nuestra Constitución, a la que los diplomáticos juran lealtad, como por las palabras del Presidente Mattarella, quien hace unos años entregó en Montevideo un prestigioso premio al director de "Gente d'Italia" Mimmo Porpiglia para rendir homenaje a su trabajo y a la preciosa e insustituible contribución que "Gente d'Italia" ha ofrecido a los italianos de América del Sur en más de veinte años de existencia. ¿Entonces?
Entonces, sucede que "Gente d'Italia" desde hace algunos años tuvo el coraje de denunciar el despilfarro y la ineficiencia de nuestra cancillería consular en Montevideo y -¡lo que es más grave! – promovió una colecta de firmas exigiendo justicia ante el gigantesco fraude electoral que llevó al Senado al senador Adriano Cario, elegido con la USEI y luego pasado al MAIE.
Por lo tanto, el vínculo entre estas dos campañas de información y la persistencia de los Comités y la embajada en contra de una voz libre e independiente no escapa a nadie. La política no puede quedarse callada ante esta aberrante situación. Estoy seguro de que la justicia seguirá su curso y que pronto se indemnizará al "Pueblo de Italia" por el enorme daño económico causado por estas decisiones precipitadas e ilegales.
Lamentablemente, quien no será indemnizado será el ciudadano de a pie que ya ha sido privado del acceso al único periódico italiano existente en Uruguay y en el resto de Sudamérica.
"La información es vehículo de libertad y no es casualidad que la propia asamblea constituyente quisiera aprobar una ley sobre disposiciones de prensa, que, tras veinte años de mordaza, trazó un camino de regreso a la independencia de los medios de comunicación": estas son siempre las palabras con la que el Presidente de la República dio la voz de alarma hace unas semanas sobre los riesgos sigilosos de la censura.Palabras que quizás alguien en Montevideo no haya escuchado o aún no haya entendido del todo.
*Fabio Porta. Senador Pd. Jefe de América Latina