MONTEVIDEO (Gente d'Italia/Matteo Forciniti) - Afuera del Mumi la manifestación por el derecho a la ciudadanía negada en Uruguay: "Italia nos discrimina". Mucha Policía en el evento pero también mucha solidaridad de los participantes.
Bajo la atenta mirada de la Policía (INCREÍBLE) el magno evento de la Embajada de Italia transcurrió la tarde del sábado entre un paseo en bicicleta y una fiesta gastronómica en el Mumi, el Museo de las Migraciones de Montevideo.
Dentro un ambiente de gran celebración con productos italianos y el vanity parade, fuera el enfado de un nutrido grupo de personas a las que se les niega el derecho a la ciudadanía. Las cámaras de propaganda oficial lo han ignorado deliberadamente, los discursos de las autoridades lo han desairado y, sin embargo, a la salida del museo ha ocurrido algo relevante y digno de ser contado: un grupo de ciudadanos ha decidido protestar pacíficamente, sacando a la luz una sentimiento de indignación general contra la representación italiana en Uruguay muy atenta al marketing aun a costa de distanciarse de la realidad y de las necesidades de la población.
El colectivo ha elegido el escaparate de la fiesta gastronómica para hacer oír una vez más su voz tras las actuaciones anteriores que comenzaron con la entrega de una carta a las autoridades consulares hace unas semanas y que quedaron sin solución.
"Voltea ahora". "Tenemos la sangre pero no la derecha". "Reservarme es un dolor". "Artículo 328 del Código Penal, omisión de documentos oficiales". Una gran pancarta y varias pancartas acompañaron esta protesta con niños y familias que despertaron la atención y solidaridad de gran parte del público presente. De hecho, fueron muchos los que se detuvieron a leer sus reclamos y conversar unos minutos: "Tienen razón, lamentablemente así es la situación", fue el comentario unánime recibido de los presentes.
Para muchos, la ciudadanía italiana es una necesidad, el deseo de salir con su familia e ir en busca de un mejor futuro económico lejos de Uruguay. El problema es tan agudo que varios de los manifestantes han recorrido muchos kilómetros desde el interior del país para venir a Montevideo a tratar de ser escuchados, como Agustín Baptista quien relata: "Me levanté a las 4:30 de la mañana para tomar el bus" y vengo de Salto a más de 400 kilómetros de distancia y luego regreso a casa viajando de noche. He estado esperando dos años y medio para conseguir una cita y ahora no puedo más. Estoy buscando una nacionalidad para emigrar a Europa con mi familia pero el tiempo pasa y la vida es una sola".
Desesperado, Agustín admitió que también había pagado en agosto del año pasado a un intermediario que le había prometido una cita por 150 dólares pero nunca lo consiguió: "Entiendo que el personal de la Embajada es insuficiente pero una respuesta, una solución tarde o temprano", la esperamos. En mi caso es solo cuestión de conseguir una cita ya que mi hermana ya había completado su solicitud de ciudadanía el año pasado. Venir aquí a protestar desde tan lejos era un deber, sentí que al menos tenía que intentar hacer algo. Antes de pensar en iniciativas gastronómicas como esta, la Embajada debería preocuparse por solucionar los problemas de los servicios consulares".
Mucha indignación, también la de Lucía Rodríguez, una de las más activas en la organización de la protesta: "Estoy cansada de esta situación, la verdad que no aguanto más. Entre mi marido y yo entramos en Book Me unas cuarenta veces al día y nunca encontramos una cita libre. Mis primos lograron completar la práctica hace unos años pero siempre he estado en el mismo punto durante dos años. Nos sentimos totalmente discriminados y además, recientemente, las propias autoridades consulares lo admitieron en una entrevista, admitiendo que para ellos la prioridad son los italianos que ya tienen nacionalidad. De hecho, no entendemos por qué las fechas se encuentran para los pasaportes y no para nosotros". "Es cierto, la ley italiana sobre ciudadanía es muy generosa", continuó Lucía. "Pero solo estamos pidiendo una cosa que por ley nos pertenece, no estamos pidiendo nada raro y para eso queremos respuestas concretas sin tener que pagar intermediarios, una pena que no puedo aceptar".
"Sentirse italiano va más allá del pasaporte" se limitó a subrayar el embajador Giovanni Iannuzzi en su mensaje de saludo desde el escenario junto al director de orquesta Sergio Puglia ignorando las protestas y recordándonos que antes que los derechos, necesitamos ser consumidores para obtener algo de consideración. en Uruguay.