Por Ariel Ferrero
La milanesa, como tantos platos de origen italiano, fue en Argentina "amor a primera", o en este caso, "a primer bocado".
Fue aceptación inmediata, algo parecido a lo que ocurrió con la pizza, que tuvo un posterior desarrollo y que, desde Buenos Aires, se extendió al resto del país. En pocos años la carne empanada fue adoptada en cada hogar como uno de los platos preferidos de la mesa argentina.
Y claro, tuvo sus variantes: En cada pueblo, región, provincia, en cada casa, "el sabor es parecido, pero diferente.
Cada uno tiene la receta. Y la mejor es siempre la que se come en casa", explicó a ANSA Martin Lukesh, chef de El Preferido de Palermo.
Entonces es natural preguntarse ¿de que manera un plato nacido en Italia se transformó en Argentina en una tradición familiar y uno de los platos más populares, inclusive más que en su tierra natal?
En el imaginario popular argentino, es un plato asociado al calor familiar, a la niñez. Básicamente consiste en un corte de carne (peceto, nalga, cuadril, bife de chorizo, llama, pollo, pescado, entre tantas), embebido en huevo bien condimentado y pasado por pan rallado.
En la mayoría de los restaurantes argentinos, el plato que más se pide es el clásico "milanesa con papas fritas". Y están las diversas variantes (napolitana, riojana, a caballo -con huevo frito arriba-), entre tantas, en general acompañada con papas.
Y están, por supuesto, las variantes de cada provincia y región geográfica del país, como por ejemplo la de carne de llama en el noroeste argentino (Salta y Jujuy), de carpincho, ciervo (en el sur) y hasta de ñandú. Son decenas las variantes, siempre respetando la receta original que llegó en los barcos desde Italia.
En los menús infantiles en la mayoría de los restaurantes de la Argentina, el primero, -y el más elegido-, es "milanesa con papas", delante de la hamburguesa, algo que no ocurre en los restaurantes de Italia.
En tan popular en Argentina que hasta tiene su día para celebrarla: 3 de mayo se festeja el Día de la Milanesa. La fecha elegida no tiene ninguna relación con su historia.
El 3 de mayo fue elegido al azar por un grupo de fanáticos que en 2011 iniciaron una campaña a través de las redes sociales para homenajear a su comida favorita.
Una de las preferidas de los argentinos es la milanesa napolitana, variante cuyo origen algunos lo ubican en un restaurante de Buenos Aires. ¿Es una creación argentina?
Entre los argentinos, y más precisamente los porteños, circula la leyenda de que "la napo" fue creada en la capital del Tango.
La historia no oficial consigna que surgió en los años 50 del Siglo XX en una fonda que estaba ubicada frente al estadio Luna Park de Buenos Aires, cerca del Rio de la Plata, cuyo dueño se llamaba José Napoli.
Como tantas otras recetas de la historia de la gastronomía, un error o accidente habría originado la variante: al cocinero se le quemó una tanda de milanesas y, para disimular, las cubrió con salsa de tomate y queso mozzarella, como si se tratara de una pizza.
Y claro, gustó a los comensales y comenzó su camino hacia la popularidad.