NAPOLES - Un domingo particular se palpita en Nápoles, que vive una previa distinta a la de cualquier otro fin de semana porque el "scudetto" postergado durante más de tres décadas podría hacerse realidad antes de lo previsto mañana mismo.
"Queremos hacer historia", resumió Luciano Spalletti, comandante de un Napoli que se apresta para el duelo con Salernitana que podría asegurar matemáticamente el tercer título de la historia para el club, el primero en más de tres décadas y también el primero para él en Italia.
Para que su equipo celebre necesita ganar en un Estadio Diego Maradona que se anticipa desbordado y esperar a que Inter, más temprano en el Giuseppe Meazza, le reste puntos a la escolta Lazio.
Una combinación posible que alimenta el sueño de los fanáticos napolitanos y de los jugadores del Napoli que -dijo Spalletti- "a lo que aspiran es a tener una historia que contarle a sus hijos y nietos".
"Están a un paso de contarles una historia de la que podrán sentirse orgullosos estos muchachos, que están a un paso de la gloria, pero nunca perdieron la humildad", destacó.
"Alguno me recordó hoy que nunca gané un título en Italia y poder hacerlo con Napoli es increíble", aseguró antes de referirse a las críticas expresadas por dos de sus colegas.
Maurizio Sarri, con pasado que rozó varias veces la gloria en Napoli, lanzó la primera piedra al afirmar que "la mesa está servida para que Lazio pierda mañana en Milan", mientras que Massimiliano Allegri consideró injusta e inmerecida la derrota agónica de Juventus en Turín frente al líder del campeonato el pasado fin de semana.
"No siento que tenga que responderle ni a Sarri, ni a Allegri.
Yo sólo se que nuestro campeonato lo hemos recorrido de manera correcta, con el respaldo y el amor de nuestros aficionados y debemos concentrarnos sólo en ellos y en nosotros mismos", dijo Spalletti.
De paso, destacó que no fue él, ni su plantel el que pidió postergar del sábado al domingo el partido con Salernitana frente a la posibilidad de una celabración anticipada del "scudetto".
"No fuimos nosotros los que le solicitamos a las autoridades que elevaran ese pedido", explicó al apuntar que "nosotros confiamos en nuestra idea de juego y en la posibilidad de darle felicidad a personas como las que el otro día nos esperano en el aeropuerto al regreso de Turín", dijo en alusión a los 10 mil aficionados que recibieron al plantel.
"El equipo está listo para dar este nuevo paso y vamos a salir a hacer nuestro partido ante un rival que llega en racha con ocho partidos sin derrotas", completó Spalletti.
Si la consagración finalmente llega, el DT pidió que se festeje en paz y con respeto porque "este es un deporte que también congregará mañana a muchos niños en la cancha y en las calles.
Todos, incluso yo, tendremos a nuestros hijos celebrando en las calles y nada debe ponerlos en peligro".
Para Salernitana, el duelo con Napoli representa un clásico, razón por la cual su entrenador portugués, Paulo Sousa (una persona agradable y culta cuya mano se nota en el equipo, según Spalletti) consideró que sus dirigidos tienen con qué arruinarle la fiesta.
"Obviamente que preparamos a fondo este duelo al igual que el siguiente a pesar de que la postergación (del sábado al domingo, Ndr) nos obliga a regular fuerzas", dijo Sousa.
"Creo que este tipo de decisiones deben estar a la altura de lo que representa el fútbol italiano en Europa y deberían ser más profesionales" quienes las adoptan, resumió.
"Estamos convencidos de que podemos competir contra cualquier rival jugando como locales o como visitantes y eso me hace sentir orgulloso del trabajo que venimos haciendo", agregó.
"Conocemos nuestras fuerzas y nuestras limitaciones y eso me hace sentir confianza para el futuro", completó Sousa, al declararse "un gran admirador de Spalletti, un técnico con una enorme capacidad".
"Napoli merece estar donde está porque es un equipo que pregona un fútbol vistoso y efectivo, pero nosotros debemos apostar a nuestrar armas y a nuestro estilo para contrarrestarlo", afirmó.
"Mañana, tenemos que jugar con espíritu de sacrificio y ser solidarios, intentando tener la pelota el mayor tiempo posible y jugando con coraje, intentando mantenernos en partido hasta el final y creyendo en que podemos ganarlo", aclaró al reconocer que "debemos tener la suerte de nuestro lado porque habrá momentos en los que seguramente nos tocará sufrir".
"Como siempre, este será el partido más importante y debemos enfocarnos en eso sin pensar en el próximo", completó aún cuando reconoció que la postergación del choque con Napoli, "nos condicionó".
Para intentar definir el primer "match-point" a favor, Napoli saldrá al ruedo con Alex Meret; Giovanni Di Lorenzo, Amir Rrahmani, Kim Min-Jae, el uruguayo Mathías Olivera; André Zambo Anguissa, Stanislav Lobotka, Piotr Zielinski; Hirving Lozano, Victor Osimhen y Khvicha Kvaratskhelia (el argentino Giovanni Simeone, recuperado, y el brasileño Juan Jesús estarán en el banco de suplentes.
Por el lado de Salernitana se anuncia al mexicano Guillermo "Memo" Ochoa en el arco, acompañado por Flavius Daniliuc, Norbert Gyomber, Lorenzo Pirola; Pasquale Mazzocchi, Lassana Coulibaly, Tonny Vilhena, Domagoj Bradaric; Antonio Candreva, Grigoris Kastanos y Boulaye Dia.
Matteo Marcenaro será el árbitro del partido en un Estadio Diego Maradona que intentará rendirle tributo al recordado astro argentino que colmó de alegrías a un Napoli que ahora espera darle otra para que celebre desde el cielo.