PUERTO IGUAZÚ (Uypress) – El presidente Luis Lacalle Pou participó en la LXII Cumbre del Mercosur, e insistió en que el planteo de Uruguay de flexibilizar el bloque no es caprichoso. Auguró buenas negociaciones con la Unión Europea a su par brasilero, Luiz Inácio Lula da Silva y, respecto al acuerdo con China, consideró que “juntos es mejor”, pero que, si no es posible hacerlo así, Uruguay avanzará de forma bilateral.
El presidente de la República participó en la LXII Reunión del Consejo del Mercado Común y Cumbre de Jefes y Jefas de Estado del Mercosur y Estados Asociados, que se desarrolló los días el 3 y 4 de julio en Puerto Iguazú, Argentina.
Participaron también los presidentes Alberto Fernández, de Argentina; Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil; Mario Abdo Benítez, de Paraguay; y Alberto Arce, de Bolivia, así como los cancilleres de los socios miembros del bloque americano.
Lacalle Pou agradeció la hospitalidad de Alberto Fernández y a quienes organizaron la reunión en tan especial lugar en el que se integran tres naciones e interactúan con el ambiente. También saludó al presidente saliente de Paraguay y deseó la mayor de las suertes al entrante.
"Otra cumbre más y el mundo sigue cambiando, se generan nuevas necesidades y oportunidades", dijo, e insistió en que los gobernantes no son analistas de lo que pasa en el mundo, sino actores y creadores del futuro.
Aseveró que la región dispone de una oportunidad única, por las materias primas y la inteligencia de sus poblaciones, tomando en cuenta que las primeras requieren el intelecto para mejorar su calidad.
En relación a Uruguay, se refirió al dicho popular que afirma que tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe, y aseveró: "Nosotros vamos a seguir llevando el cántaro, porque no es caprichoso, no es de este Gobierno, sino de muchos atrás, que le dicen que hay que flexibilizarse". Y subrayó: "Es lo que siente nuestro pueblo, flexibilización, modernización, abrirse al mundo".
"Es mucho mejor juntos. Si vamos en barra con Argentina, Brasil y Paraguay, vamos a ser mucho más fuertes, con mejores condiciones negociadoras. El inmovilismo es lo que nos preocupa", manifestó.
Le auguró al presidente Da Silva la mayor de las suertes respecto a una culminación exitosa del acuerdo con la Unión Europa. Al respecto, dijo que ya van 25 años de negociaciones, un espacio de tiempo que en el mundo moderno no es lógico, por lo que deben despejarse los obstáculos a partir de conocer los puntos a favor y en contra.
En cuanto al acuerdo comercial con China, insistió en que la posición uruguaya es negociar en bloque, pero que, cuando no se progresa, la política de Uruguay es avanzar de forma bilateral y agregó que el país lucha por conseguir mercados.
También manifestó que la participación de Uruguay en comercio exterior dentro del Mercosur se ha ido debilitando y que las balanzas económicas con los socios del bloque son deficitarias. Con respecto a las relaciones bilaterales con Argentina, Brasil y Paraguay, afirmó que los hechos permiten ser más optimistas.
Detalló que con Argentina hay un obstáculo en la licencia no automática que afecta la vocación exportadora y valoró los avances en temas relacionados al río Uruguay con un preacuerdo entre cancilleres para el dragado del puerto de Montevideo a 14 metros.
En cuanto a Brasil, puntualizó que con su anterior gobierno se firmó un muy buen acuerdo para el comercio en zona franca y que con esta administración están encaminadas las negociaciones para la binacionalidad del aeropuerto de Rivera, la hidrovía de las lagunas Merín y de los Patos y la construcción del puente sobre el río Yaguarón.
Dijo también que Uruguay puede ser la salida de Paraguay a ultramar.