La Farnesina (Depositphotos)

MONTEVIDEO (Uypress/Roberto Zanni) - Érase una vez la Embajada de Italia en Montevideo, pero ¿qué queda de ella hoy? Nada, porque el embajador pro tempore Giovanni Iannuzzi destruyó y disolvió todo lo que funcionaba. Italia en Uruguay significa hoy sobre todo 500.000 ciudadanos esperando y compatriotas que se encuentran frente a la oficina consular para protestar, es el último recurso que queda. Porque ya nada funciona.

 

'Gente d'Italia' viene denunciando esta situación desde que la era Iannuzzi empezó a hacer los primeros estragos y por eso, lo repetiremos más allá de lo creíble, las declaraciones falsas llegaron, en connivencia con Aldo Lamorte, para bloquearnos la publicación. contribución que exige la ley y que se debe a nuestro periódico, con la creencia de que nos silenciaría, pero se equivocó.

Iannuzzi manejó la Embajada y todo lo que conlleva de manera deletérea, para fines personales, y ahora, después de nuestras quejas, las protestas y también los artículos que aparecieron en el primer diario de Uruguay, El País, he aquí que el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Cooperación Internacional de Roma decidió una inspección para verificar y analizar el trabajo (no) realizado por Iannuzzi.

Si la Farnesina también se ha mudado -incluso antes de la llegada del nuevo embajador, dentro de unos meses, el doctor Fabrizio Petri- significa que realmente, como venimos diciendo desde hace algún tiempo, hay muchas cosas que no deberían ocultarse en el interior de la Las salas de José Benito Lamas y el Maeci, el ministro Antonio Tajani ante todo, quieren ver con claridad.

¿Estará Iannuzzi en estas horas intentando apresuradamente poner en orden archivos, documentos y papeles? Demasiado tarde porque los daños son tan evidentes que algunos inspectores son subidos al avión rumbo a Montevideo.

La Embajada es un iceberg, porque debajo de los 500.000 ciudadanos que esperan, hay citas que no funcionan, la muerte del pobre Luca Ventre, luego esa Oficina Consular construida sin motivo, las mentiras hacia nosotros, tal vez incluso la extraña censura a la que Nuestro portal ha sido sometido a una larga lista que no acaba aquí.

¿Qué está haciendo Iannuzzi además de arreglar lo que puede? Estará pensando en su futuro: ningún ascenso a embajador como esperaba, ningún sillón cómodo en alguna embajada de su agrado, pero antes de jubilarse probablemente le aguardará alguna habitación anónima en la Farnesina.

Sin embargo, los cuatro años horribilis del embajador pro témpore en Uruguay están llegando a su fin como seguramente nunca hubiera imaginado: para ocultar su gestión, pensó que podría salirse con la suya con las mentiras que había urdido junto al artífice de la falsificación, su socio Aldo Lamorte, pensó en deshacerse de 'Gente d'Italia', de su director-editor Mimmo Porpiglia y de toda la redacción para sacar adelante su turbio proyecto. Pero lamentablemente para él hay justicia, con minúscula y mayúscula. Así que, para empezar, tendrá que tratar con los inspectores del ministerio, que no habían sido vistos durante años en Montevideo, tendrá que dar explicaciones por sus acciones que fueron primero y principalmente contra la gran comunidad italiana en Uruguay y luego también contra este periódico, que a diferencia de Iannuzzi luchó (y continúa haciéndolo) así como por la verdad para garantizar que nuestros compatriotas puedan tener lo que les corresponde.

Así se escuchó en Roma 'Gente d'Italia'. Pero esto es sólo el comienzo porque Iannuzzi pronto también tendrá que rendir cuentas ante el Poder Judicial de sus fechorías, de las falsedades escritas contra nosotros. Y se puede ver que 2023 se convertirá en un 'annus horribilis' para el embajador pro tempore Giovanni Iannuzzi.