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Italia ocupa el primer puesto en el ranking europeo de facturación de los restaurantes, que en 2023 alcanzó los 41 mil millones de euros.

Pero el valor del Made in Italy Foodservice no se queda aquí: a nivel mundial, la cocina del "Bel Paese" vale más de 240 mil millones de euros, superando el valor alcanzado el año anterior, equivalente a 228 mil millones de euros.
Esto se desprende de la nueva edición del informe "Foodservice Market Monitor" de Deloitte (explora estrategias y soluciones innovadoras para el futuro de la gestión de inversiones), presentado en primicia con motivo de la mesa redonda "Le catene di ristorazione in Italia, tra opportunità e criticità" ("Las cadenas de restauración en Italia, entre oportunidades y cuestiones críticas") organizada por Aigrim (Asociación de las Grandes Empresas de Restauración Multilocalizadas) durante la conferencia "Dire Fare Mangiare" ("Decir es Comer") de Edifis.
"El sector italiano Foodservice sigue registrando excelentes resultados y este año el valor global de lo que podemos definir como cocina italiana en el mundo ha crecido aún más.

Una señal muy positiva que va de la mano de los resultados del programa 'Full Service Restaurantes'. Nuestro país es el primero en Europa por valor generado", comentó Tommaso Nastasi, socio y líder de servicios de creación de valor de Deloitte Italia.
Nastasi explicó que, "en cuanto a las cadenas, aunque la incidencia en Italia sigue siendo relativamente inferior a la media mundial (10% frente a 35%), la trayectoria de crecimiento está alineada con la tendencia global".
"Los datos de Deloitte muestran un sector con excelentes perspectivas y una tasa de crecimiento de casi el 4% entre 2023 y 2028", declaró por su parte Cristian Biasoni, presidente de Aigrim.
"A nivel italiano, el sector de la restauración en cadena es de particular interés, para el cual se prevén amplios márgenes de desarrollo precisamente para los 'actualmente más bajas penetración en el mercado", dijo Biasoni.
Agregó que "el crecimiento estará impulsado por algunas tendencias principales, como el aumento del consumo de alimentos fuera del hogar y la polarización de los gustos de los consumidores, que están cada vez más atentos a las experiencias y elecciones de consumo que se traducen en su identificación con las marcas".