por STEFANO CASINI

En enero de 2024, España encabezaba la lista de países con la tasa de desempleo juvenil más elevada de toda la UE, eso sí, con una importante mejora respecto a 2023, cuando cerca del 30% de las personas menores de 25 años en situación de trabajar, no tenían la opción de integrarse en el mercado laboral. De esta forma, se ubicaba aún por delante de otras naciones mediterráneas como Grecia o Italia, donde el porcentaje de jóvenes desempleados en 2024 rondaba el 22%.

Es demasiado fácil la respuesta!!! Los jóvenes de menos de 25 años son la “clase” más golpeada, a pesar que no les da para “luchar” como hicieron sus coetáneos hace 2 siglos. Hace siglo y medio, para Marx , “toda la sociedad va dividiéndose cada vez más, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases que se enfrentan directamente: burguesía y proletariado” y agregaba “El proletariado pasa por diferentes etapas de desarrollo. Su lucha contra la burguesía, comienza con su surgimiento”.

Lo que podía tener sentido allá por 1850, hoy no tiene ningún asidero, es tan anacrónico que, para un muchacho de 22 años, parece ciencia ficción. Todos sabemos que, desde la Revolución Industrial hasta el Homo Sapiens Sapiens, los cambios fueron tan enormes que el planeta, a pesar de tener aún un 10% de pobreza casi extrema, evolucionó a tal punto que, el hecho mismo que un 2% de la población mundial posee más del 70% de las riquezas, es una nimiedad. ¿Y porqué? Por el simple hecho que un muchacho sin piernas que pide monedas por 18 de Julio para poder comer, interactúa, a través de su celular con algún amigo. Solamente en Uruguay hay más líneas celulares que población,  algo que no ocurre solamente acá, sino en todo el planeta. Entonces ¿que es la lucha de clases en el año 2024? Es algo como un jingle electoral tan anacrónico como “no nos moverán!!” o las canciones de “Pacheco, Pacheco, Pacheco!”

A pesar de esto, en un país con una pirámide demográfica como la nuestra, la actual campaña electoral sigue siendo tan “old fashion”, que solamente “podría” convencer a un individuo “over 70”. Seguimos viendo candidatos saludando, haciendo selfies con sonrisas de oreja a oreja, acariciando a un niño que lo mira, abrazando banderas y personas, con músicas pomposas y argumentos realmente pobres.

Los errores gubernamentales del último medio siglo apuntan mucho hacia la Educación, anacrónica, sin rumbo (de verdad) que, sin embargo, con una Reforma Educativa, se acercó un poco a la concientización popular. Mientras que en muchos países del primer mundo, la Educación está cambiando de verdad, con métodos mucho más “amigables” con los “clientes”, o sea los alumnos, en muchos países del Tercer Mundo, como el nuestro, todavía hay sectores de viejos (de cerebro) que creen aún en un pupitre o en una tiza, apoyados por otros viejos (estos conscientes) que, a través de sus sindicatos, sus asambleas, sus pendrive insertados en el cerebro, repiten discursos de los años ‘60. Inclusive, se dio la paradoja que, ese programa de hace casi 20 años que parecía casi de ciencia ficción como el Ceibal, puso en jaque a las maestras más que a los alumnos. Fueron ellos a enseñarle a los maestros como se usa una pequeña computadora!! Patético!

Seguimos criando demasiados “ninis” (ni estudian ni trabajan) que, hoy, a los 14, 16 o 18 años, los que no nacieron en hogares de clase media o alta, no tienen muchas opciones y, en su mayoría, se vuelven delincuentes, los mismos que, todas las noches, en los noticieros, aparecen muertos en las esquinas de los barrios tomados por los narcos porque no le pagaron a sus “dueños” vengadores. Precisamos, obviamente, una mejor prevención del delito, mejores fuerzas del orden, mejorescárceles para rehabilitar, pero hay aún un DEBE ENOOOOORME, la Educación moderna, la que, ya hace varios años, se aplica en países como Finlandia, como Singapur, Francia, Italia o los mismos Estados Unidos, donde no hay más pupitres o pizarrones, donde un estudiante interactúa con los profesores y no los mira desde abajo o, en Facultad, a 40 metros de distancia hablando con un micrófono.

Algo se empezó a hacer, pero es muy poco, en un país, donde, en los Liceos, hay un 50% de profesores que no saben lo que es un título de Profesor!!! No permitamos que esto se vuelva otra lucha de clases!