El centro de investigación del mundo de computación cuántica superconductora más importante del mundo, liderado por la italiana Anna Grassellino, SQMS del Fermilab - laboratorio de física de altas energías-, y la empresa líder mundial del sector, IBM, unen sus fuerzas para el desarrollo de la más avanzada computadora cuántica capaz de resolver problemas hasta hoy imposibles para cualquier otra computadora.
"Estamos muy orgullosos de anunciar esta importante alianza gobierno-industria", dijo Grassellino a ANSA.
"Unirá a los expertos mundiales en este sector para desarrollar tecnologías claves para la construcción de la primera computadora cuántica a prueba de error", añadió.
Siciliana de Marsala, tras licenciarse en Pisa, Anna Grassellino se trasladó a Estados Unidos donde con 36 años Barack Obama le entregó uno de los más prestigiosos premios para jóvenes investigadores y apenas tres años después recibió del Departamento de energía estadounidense 115 millones para realizar en el Fermilab el nuevo centro de cálculo cuántico llamado Superconducting Quantum Materials and Systems Center, o Sqms.
Se trata de un puesto de primerísimo nivel para el desarrollo de una de las tecnologías más esperadas y prometedoras de las últimas décadas: las computadoras cuánticas.
En estos años las computadoras cuánticas dieron pasos de gigante, pasando de dispositivos casi exclusivamente teóricos a verdaderas computadoras capaces de realizar cálculos utilizando métodos completamente diferentes de los de las computadoras tradicionales.
En su interior utilizan cúbit, la versión cuántica de los bits clásicos que aprovechan las leyes raras y complejas que gobiernan lo infinitamente pequeño.
Son comportamientos muy distintos de los bits clásicos y que permiten por ejemplo ejecutar teóricamente cantidades infinitas de operaciones en paralelo, como si fuese una sola.
Un enorme potencial del que se comienzan a ver las primeras aplicaciones concretas en la Universidad Federico II de Nápoles hace pocas semanas cuando fue presentada la primera computadora cuántica superconductora italiana y pronto nacerán otras en Roma, Florencia y Pádova, financiadas por el Centro nacional para la investigación en High Performance Computing, Big Data y Quantum Computing Icsc.
Son avances que hacen posible el uso de las primeras computadoras cuánticas en algunas aplicaciones, pero todavía hay mucho por hacer para potenciarlas y que sean capaces de resolver problemas concretos hasta ahora imposibles de resolver incluso para las más potentes supercomputadoras tradicionales.
El acuerdo entre IBM y SQMS, acrónimo de Superconducting Quantum Materials and Systems, tiene como objetivo mejorar muchos problemas abiertos, desde los sistemas de enfriamiento criogénico, con el proyecto Colossus, hasta mejoras de los cables de microondas para conectar entre ellos más chips cuánticos.
Un acuerdo entre investigadores guiados por Grassellini e IBM trata de resolver uno tras otro los obstáculos todavía existentes, de los que gran parte son de naturaleza puramente técnica, para llegar a ámbitos de computadoras a "fault tolerant".
"El desarrollo de computadoras cuánticas de este tipo traerá consigo ventajas computacionales exponenciales, es decir, podrán resolver problemas sin solución en la actualidad para comprender, por ejemplo, las interacciones subatómicas y moleculares para realizar nuevas baterías para los automóviles eléctricos, resolver problemas de optimización de los transportes, desarrollar nuevos fármacos o para la criptografía", concluyó Grassellino.
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