Nicolas Maduro

El presidente Nicolás Maduro afirmó que el chavismo le dará una "paliza a la extrema derecha fascista, racista" en las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que buscará la reelección.
"Lo que le vamos a dar es una pela a los fascistas, racistas, que pidieron sanciones, bloqueo, invasiones.

 

El 28 de julio es el día de la justicia divina y esa justicia la va a hacer el pueblo con su voto", afirmó en el cierre de campaña en Valera, estado Trujillo, al oeste de Venezuela.
Destacó que, a seis días de los comicios, "estamos ganando y ganando bien.

 

El mapa de Venezuela está rojo de patria, de norte a sur, de este a oeste, la victoria nos pertenece".
Maduro reiteró que en los comicios se decide "la paz o la guerra, las guarimbas (bloqueos de calles) o la tranquilidad, la independencia, colonia, o que Venezuela se convierta en la Argentina de (Javier) Milei".
Además, insistió que se definirá lo que va a pasar en el país en los próximos 50 años, "si llega un presidente débil, títere o manipulable de los apellidos que venga a privatizar la educación, la salud, la vivienda, las misiones, grandes misiones y el derecho a la vivienda".
"Con la extrema derecha fascista ni a la esquina. Si hemos vencido todas las dificultades el 28 de julio con la pela que le vamos a meter, nos quitamos a la extrema derecha fascista por 100 años. Se acaban, me explico, por eso el 1x10 x7 (la boleta chavista) es nuestra arma secreta", resaltó.
El mandatario advirtió "a la derecha que quiere cantar fraude desde ya y a los bandidos de las agencias EFE, AP, AFP, CNN, sicarios de la mentira, que dicen y manipulan para justificar el grito de fraude para manchar las elecciones y a Venezuela que "no quiero show ni lloradera el 28 de julio le vamos a dar una pela".
"Vamos a la ofensiva y el 28 de julio con la diana Carabobo, como nos enseñó Chávez, tempranito a votar", pidió.
Maduro, de 61 años, en busca la reelección, junto a su principal rival, el opositor Edmundo González, un diplomático de 74 años, son los favoritos para ganar las elecciones, según las encuestas tradicionales.
En las presidenciales compiten otros ocho postulantes cuyas opciones, según analistas, son remotas y muchos de los cuales representan a organizaciones políticas cercanas al gobierno.