Las operaciones subacuáticas de mantenimiento de la estatua de bronce sumergida del Cristo degli Abissi (Cristo de los Abismos), bien cultural y símbolo mundial del buceo en memoria de las vidas perdidas en el mar, se realizaron hoy.
La estatua está sumergida desde 1954 en el fondo de la bahía de San Fruttuoso —entre Camogli y Portofino, en Liguria—, dentro del área natural marina protegida Portofino, a 25 m de profundidad.
La intervención tuvo lugar en un día muy especial: el 70/o cumpleaños del Cristo, y contó con la organización y coordinación del servicio técnico de Arqueología subacuática de la Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje para Génova y Spezia, y de la Superintendencia Nacional para el Patrimonio Cultural Subacuático Gracias a la eficaz lavadora a presión puesta a disposición por el Roan de la Guardia di Finanza de Génova, la intervención se llevó a cabo con éxito.
Bajo el agua se alternaron los buzos de la Guardia de Finanzas, los Bomberos, los Carabinieri, la Guardia Costera y Comsubin.
En el briefing antes de la intervención, Alessandra Cabella, encargada de la conservación y mejora del patrimonio histórico-artístico submarino de Liguria en nombre de la Superintendencia Nacional para el Patrimonio Cultural Subacuático, detalló las modalidades, la distancia a mantener según las distintas partes de la estatua, desde el zócalo más moderno hasta las partes más delicadas, especialmente las manos.
De hecho, una ya había sido desprendida y luego re-aplicada durante una restauración en 2004, de la que ahora se cumple 20 años.
De dos metros y medio de altura y con un peso de 260 kilos, para su realización fueron recogidos y fundidos por el escultor Guido Galletti medallas de Caídos donadas por madres y viudas, medallas de atletas, partes de barcos, hélices, campanas y cañones.
La estatua cayó al fondo del mar a -18 metros en 1954 del Duilio Mercante en la bahía frente a San Fruttuoso di Camogli.
Además de la peculiaridad de los aspectos técnicos y la singularidad de la intervención conservadora, este trabajo entre fuerzas sobre el Cristo de los Abismos "encierra en sí un valor cultural y una plusvalía simbólica -se lee en la nota de la Superintendencia-, un patrimonio de devoción y amor por el mar que une a cada hombre".
Por eso, la Superintendencia se beneficia de la participación de los diferentes cuerpos especializados de buceadores del Estado, que se alternan bajo el agua con espíritu colaborativo y que por una vez se encuentran trabajando juntos no en una situación de emergencia, sino en una intervención de gran valor cultural y social.