El expresidente uruguayo José Mujica, uno de los grandes referentes de la izquierda latinoamericana, considera que los gobiernos de Nicaragua y Venezuela "son indefendibles" y no cree que las gestiones que lleva adelante el mandatario Lula da Silva ante el chavismo puedan dar algún resultado.
"Nicaragua y Venezuela son indefendibles como están hoy.

 

Por un lado, juegan a la democracia y no tienen el coraje de decir: Estamos por la dictadura del proletariadoï', dijo Mujica, de 89 años, en su primera entrevista tras una serie de intervenciones que sufrió por el cáncer de esófago que enfrenta.
Los regímenes de Daniel Ortega y Nicolás Maduro, advirtió el exmandatario uruguayo, que en su juventud fue líder del grupo guerrillero Tupamaros, "juegan a la democracia, pero cuando no les da resultado ...

 

nah, es una joda", en alusión a los fraudes electores y la proscripción de opositores que ambos practican.
Por el contrario, insiste Mujica en su entrevista con el semanario El Observador, chavistas y sandinistas "deberían decir 'estamos por la dictadura del proletariado'. Eso es lo que decidieron los cubanos. Será una cagada, pero es una decisión política que tomaron hace un montón de años".
Consultado sobre si a Lula da Silva le faltó determinación para pronunciarse sobre lo que pasó en Venezuela con las elecciones del 28 de julio, Mujica se muestra comprensivo con el presidente brasileño.
"No, Lula está buscando resultados. Brasil tiene tantos kilómetros de frontera con Venezuela que no los controla ni la OTAN. Yo confío en Lula. Pero Maduro no le va a dar pelota", advierte.
Mujica revela que, tras su internación, recibió sorpresivamente un llamado telefónico del Papa Francisco, a quien antes de enfermarse había quedado en ir a ver al Vaticano.
Según el relato que hizo al semanario, Mujica estaba aún convalesciente cuando recibió una llamada telefónica de un número privado. "¿Quién llama ahora de un número privado? ¡Ni que fuera el papa!", bromeó con su mujer, la exsenadora Lucía Topolansky. Era efectivamente el Pontífice.
"Yo le tengo un gran respeto al Papa. Hay 4.200 religiones, lo que a uno lo hace llegar a la conclusión de que el ser humano es un animal utópico que necesita creer en algo. Yo no tengo religión, pero las respeto", dice el expresidente uruguayo.