El candidato opositor venezolano Edmundo González Urrutia, que huyó a España y reivindica su victoria en las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, aseguró que no tiene intención de liderar un gobierno en el exilio y prometió que estará en Caracas el 10 de enero para asumir "el poder y las funciones" del jefe de Estado.
"Salí temporalmente de Venezuela.
Sabía que tarde o temprano regresaría, y ese momento es el 10 de enero, fecha de la ceremonia de toma de posesión", dijo al diario español El País.
"Mi objetivo es asumir las funciones para las que fui elegido y, a partir de ahí, tomar todas las decisiones necesarias, en particular el nombramiento del equipo de gobierno", añadió el ex embajador.
La reelección de Nicolás Maduro para un tercer mandato de seis años fue fuertemente impugnada por la oposición y gran parte de la comunidad internacional, y González argumenta que ganó con más del 67% de los votos.
El político dijo estar "seguro" de que no será detenido a su regreso a Venezuela, subrayando que no dirá en qué fecha efectivamente ingresará a territorio venezolano, para evitar ser detenido por las autoridades locales.
El próximo presidente debe juramentarse el 10 de enero, una fecha en la que González Urrutia dice que estará en su país para asumir el cargo. "Yo salí de Venezuela de manera temporal, sabía que iba a regresar en cualquier momento y el momento es el 10 de enero, fecha de la toma de posesión", dijo a El País.
"Mi objetivo es tomar posesión del cargo para el que fui electo y, de ahí en adelante, tomar las decisiones que haya que tomar; entre otras, la designación del equipo de gobierno", señaló.
María Corina Machado, la líder opositora que no pudo presentarse a las elecciones por estar inhabilitada, será la "vicepresidenta ejecutiva de la república" venezolana, agregó González Urrutia.
Con una orden de arresto en su contra, el candidato opositor terminó por exiliarse en España en septiembre. Estados Unidos y otros países han reconocido a González Urrutia como el presidente electo. España, en consonancia con la postura europea, se ha limitado a reclamar que se hagan públicas las actas electorales de los comicios.