Las fuerzas de seguridad del gobierno de Nicolás Maduro ocuparon desde la madrugada del jueves las principales calles, avenidas y plazas de Caracas en las que la oposición liderada por María Corina Machado tiene previsto concentrase en las próximas horas, según testigos e imágenes en redes sociales.
El ostensible operativo de seguridad incluye cientos de agentes y vehículos de la Guardia Nacional, la Dirección de Contrainteligencia Militar, la Policía Nacional, la policía científica CICP, la policía política Sebin, así como de milicianos y bandas de civiles armados en escuadrones de motociclistas, los llamados "colectivos", que en el pasado han sido usados como punta de lanza para atacar a manifestantes.
El propio ministro del Interior, Diosdado Cabello, también vicepresidente de Seguridad y considerado número dos del régimen que encabeza Maduro supervisó esta madrugada el despliegue, que incluye tanquetas antimotines y camionetas artilladas.
Cabello estuvo acompañado por los jefes máximos de estos organismos de seguridad.
A través de las redes sociales la oposición ha fijado puntos de concentración en Caracas y en localidades de todo el país para la protesta.
"Esto se acabó" es la frase de efecto usada por Machado desde la clandestinidad para esta jornada internacional que incluye a ciudades del mundo con mayor presencia de la diáspora venezolana. Los funcionarios están desplegados "con el fin de asegurar la seguridad de la población", en víspera de la juramentación de Maduro como presidente el 10 de enero, según los mensajes chavistas.
En la noche del miércoles y madrugada del jueves Maduro y Cabello activaron los Órganos de Dirección de Defensa Integral (ODDI), en el área metropolitana de Caracas.
Este es un organismo vertical de control "bajo el concepto estratégico militar de la nación", que junta bajo una misma dirección a los organismos civiles de la administración pública, a todas las fuerzas armadas y policías y a las milicias de civiles armados, "para garantizar la paz de la República", según la versión oficial.
Activistas por los derechos humanos advierten que este mecanismo da luz verde a actuaciones discrecionales y sin fórmula de juicio contra activistas opositores, ciudadanos comunes y dirigentes políticos que apelan al derecho constitucional a manifestarse de manera pacífica. En las últimas horas ha aumentado las detenciones selectivas de personas acusadas por el gobierno de ser "fascistas, golpistas, traidores de la patria e incitadores del odio", apelativos usados indistintamente contra disidentes para ejecutar detenciones arbitrarias y desapariciones temporales.