por SERENA DI RONZA -

Donald Trump recurre directamente a los aranceles y descarta la posibilidad de retrasos en su implementación.

Los recíprocos -confirmación sin vacilación con la NBC- llegarán el 2 de abril y los para los coches importados, anunciados en los últimos días, el día siguiente.

"No me importa si los precios de los coches extranjeros suben. De hecho, espero que eso signifique que la gente va a empezar a comprar coches americanos, tenemos muchos", dijo al abrir las negociaciones sobre los aranceles, solo seis países afectados "querrán darnos algo de gran valor. De lo contrario, no hay espacio para negociar".
Convencido de que los aranceles son la clave para transformar la economía estadounidense, castigando a quienes se aprovecharon de Estados Unidos durante décadas, el presidente estadounidense aún no aclaró ni filtró lo que anunciará el 2 de abril, rebautizado como el "día de la liberación".
Trump revelará efectivamente los aranceles, pero no está claro cuán grandes serán ni en qué medida serán recíprocos, dejando solo entrever que podrían afectar a 1 billón de dólares de intercambios comerciales.
Inicialmente había hablado de aranceles iguales a los impuestos a Estados Unidos por varios países.
Sin embargo, recientemente se planteó la hipótesis de que los aranceles serían inferiores a los que pagan los Estados Unidos. Y entre bastidores, con sus colaboradores más cercanos, volvió a relanzar la idea de los aranceles universales.
El escenario más probable es el planteado por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y prevé que los "sucios 15', los 15 países con los que Estados Unidos tiene el peor desequilibrio comercial, se verán afectados. Pero no hay certeza sobre el camino que tomará Trump, dado que en los últimos días sorprendió a su personal con el anuncio de aranceles del 25% a los automóviles extranjeros, cuya inminente entrada en vigor desató una carrera de compras. Lo que sí parece seguro es que los aranceles a los automóviles serán "permanentes", explicó Trump en una entrevista telefónica con la NBC, durante la cual no descartó buscar un tercer mandato.
"Hay diferentes maneras de hacerlo. Mucha gente me lo pide", explicó el presidente. Aunque la Constitución estadounidense, en la Enmienda 22, establece solo dos mandatos para un presidente.
Aunque muestra públicamente su confianza, la Casa Blanca teme que el anuncio previsto para el miércoles genere una nueva sacudida en los mercados financieros, ya sucumbidos por el temor a una posible estanflación provocada en parte por los aranceles.
Algunos de los asesores más cercanos del presidente, incluido el vicepresidente, J.D. Vance, y la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, habrían admitido en privado que no saben exactamente qué hará su jefe el 2 de abril.
"Aún no se tomaron decisiones definitivas", declaró un funcionario de la administración a Politico.
Los principales socios comerciales de Europa y Estados Unidos -Canadá y México en primer lugar- esperan con gran expectación la nueva ofensiva de Trump.
"Las negociaciones sobre aranceles deben realizarse a nivel europeo; sería un error realizarlas a nivel italiano", afirmó el ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Antonio Tajani.
"El objetivo no es un tira y afloja con Estados Unidos ni una rendición; lo que importa es proteger nuestras empresas", añadió Tajani, quien pidió que la lista de productos estadounidenses sancionados "no incluya el whisky porque nos arriesgamos a enormes aranceles sobre nuestros vinos. La línea de dureza no serviría de nada".
Para el primer ministro canadiense, Mark Carney, hay mucho en juego ahora que las elecciones están tan reñidas.
Los automóviles y sus componentes son el segundo mayor producto de exportación, empleando directa e indirectamente a 500.000 personas y representando el 10% del PIB.