Los participantes serán divididos en tres grupos: completamente vacunados, completamente vacunados y reforzados, y no vacunados, que determinarán si reciben una, dos o tres dosis del inmunizante modificado.
Las autoridades sanitarias señalaron que es probable que Omicron cause más infección que las variantes anteriores, incluso en personas que han sido inoculadas.
Uno de los problemas que los reguladores están sopesando es que no hay forma de saber si la próxima variante que surja se parecerá a Omicron o será totalmente diferente.
Las vacunas originales todavía ofrecen una buena protección contra enfermedades graves y la muerte.
Los estudios en Estados Unidos y en otros lugares han dejado en claro que agregar una dosis de refuerzo fortalece esa protección y mejora las posibilidades de evitar incluso una infección más leve.
"Reconocemos la necesidad de estar preparados en caso de que esta protección disminuya con el tiempo y ayudar potencialmente a abordar Omicron y nuevas variantes en el futuro", dijo en un comunicado Kathrin Jansen, jefa de investigación de vacunas de Pfizer.
Los investigadores examinarán la seguridad de la vacuna modificada y cómo acelera el sistema inmunológico en comparación con las inyecciones originales. Los resultados completos del estudio demandarán varios meses.
El director ejecutivo de Pfizer le dijo a CNBC a principios de este mes que la compañía podría tener listas algunas dosis compatibles con Omicron a partir de marzo.
Pero hacer lo que la compañía llama fabricación "en riesgo" no significa que esas dosis serán distribuidas al público.
Pfizer y otros fabricantes de vacunas también han elaborado y probado dosis experimentales para que coincidan con las variantes anteriores, cambios que finalmente no fueron necesarios, pero que ofrecieron una práctica valiosa para modificar la receta.