El viaje del Papa Francisco a Kiev tendrá lugar y será "antes" de la visita que hará a Kazajstán, por tanto, antes del próximo 13-15 de septiembre, aunque todavía no hay un estatus oficial y mucho menos la fecha exacta.
No obstante, así lo deja claro el embajador de Ucrania ante la Santa Sede, Andrii Yurash, tras la audiencia con Francisco en el Vaticano.
"Ucrania espera al Papa desde hace muchos años, y sobre todo desde el comienzo de la guerra, y estará encantada de saludarlo antes del viaje a Kazajistán", escribió en Twitter Yurash, confirmando en esencia cuáles eran las previsiones: es decir, que Francisco no habría podido ir a Kiev "después" del encuentro con el patriarca de Moscú Kirill, que tendrá lugar en Nur-Sultan, capital de Kazajstán, el 14 de septiembre, en el marco del 7º Congreso de Líderes de las sociedades mundiales y tradicionales religiones.
En otras palabras, una visita a Ucrania tras el "abrazo" con uno de los principales validadores de la guerra de Vladimir Putin, es decir, el patriarca Kirill, habría sido una verdadera provocación a los ojos de los ucranianos.
Por lo tanto, es mejor evitar malentendidos y fricciones y acelerar el calendario de la misión en suelo ucraniano, que entra así en la fase de preparación completa.
Por su parte, el embajador Yurash, también a través de Twitter, difundió "las importantes palabras del Papa Francisco expresadas durante la reunión de hoy". "Estoy muy cerca de Ucrania y quiero expresar esta cercanía a través de mi visita a Ucrania", dijo el Pontífice al representante diplomático.
Por tanto, el encuentro no defrauda las expectativas, puestas precisamente para consensuar la posibilidad y modalidades del viaje que el Pontífice pretende realizar a Kiev, tal y como había adelantado a los periodistas en los últimos días el secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, monseñor Paul Richard Gallagher.
La audiencia iba a servir para deshacer los nudos que aún existen sobre la visita, incluido el período, ya sea en este mes de agosto o más tarde. En cualquier caso, el Papa decidirá la fecha. "Yo también estoy esperando aprender más sobre las cosas", dijo el 'ministro de Relaciones Exteriores' del Vaticano, hablando con los reporteros durante la reciente gira del Papa por Canadá.
El viaje a Ucrania, había subrayado el prelado británico, se realizará seguramente en tren, tal como lo han hecho otros mandatarios europeos, dado que en avión habría problemas insalvables relacionados con la seguridad. El convoy podría partir de Polonia o Rumanía y también podría acomodar a un grupo muy reducido de periodistas a bordo.
"Me imagino a periodistas del Vaticano y ucranianos, pero no se ha decidido nada", agregó Gallagher.
Así, de manera concreta, continúa el tejido del Papa Francisco de la red de diálogo que, en sus intenciones, debe conducir a una desescalada de la guerra y un posible cese de las hostilidades. Mientras no se cansa de repetir que "lo único razonable sería detenerse y negociar", y espera "que la sabiduría inspire pasos concretos de paz".
Así, Jorge Bergoglio se prepara para pasos diplomáticos fundamentales como la reunión con el presidente ucraniano Volodimir. Zelensky en Kiev, ahora inminente, y la del 14 de septiembre en Kazajstán con el patriarca de Moscú y todas las Rusias, Kirill, quien no ha dudado en apoyar la guerra de invasión.
Un acercamiento con Kirill, que según la reunión de ayer del Papa con el "número dos" del Patriarcado, el metropolita Antonij, también está disponible en la contraparte de Moscú, tendría un significado fundamental para el Pontífice no solo en términos de diálogo y relaciones ecuménicas, sino también como puerta de entrada a la otra gran misión de paz que Francisco pretende: volar a Moscú y encontrarse con Vladimir Putin.
En otras palabras, una visita a Ucrania tras el "abrazo" con uno de los principales validadores de la guerra de Vladimir Putin, es decir, el patriarca Kirill, habría sido una verdadera provocación a los ojos de los ucranianos.
Por lo tanto, es mejor evitar malentendidos y fricciones y acelerar el calendario de la misión en suelo ucraniano, que entra así en la fase de preparación completa.
Por su parte, el embajador Yurash, también a través de Twitter, difundió "las importantes palabras del Papa Francisco expresadas durante la reunión de hoy". "Estoy muy cerca de Ucrania y quiero expresar esta cercanía a través de mi visita a Ucrania", dijo el Pontífice al representante diplomático.
Por tanto, el encuentro no defrauda las expectativas, puestas precisamente para consensuar la posibilidad y modalidades del viaje que el Pontífice pretende realizar a Kiev, tal y como había adelantado a los periodistas en los últimos días el secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, monseñor Paul Richard Gallagher.
La audiencia iba a servir para deshacer los nudos que aún existen sobre la visita, incluido el período, ya sea en este mes de agosto o más tarde. En cualquier caso, el Papa decidirá la fecha. "Yo también estoy esperando aprender más sobre las cosas", dijo el 'ministro de Relaciones Exteriores' del Vaticano, hablando con los reporteros durante la reciente gira del Papa por Canadá.
El viaje a Ucrania, había subrayado el prelado británico, se realizará seguramente en tren, tal como lo han hecho otros mandatarios europeos, dado que en avión habría problemas insalvables relacionados con la seguridad. El convoy podría partir de Polonia o Rumanía y también podría acomodar a un grupo muy reducido de periodistas a bordo.
"Me imagino a periodistas del Vaticano y ucranianos, pero no se ha decidido nada", agregó Gallagher.
Así, de manera concreta, continúa el tejido del Papa Francisco de la red de diálogo que, en sus intenciones, debe conducir a una desescalada de la guerra y un posible cese de las hostilidades. Mientras no se cansa de repetir que "lo único razonable sería detenerse y negociar", y espera "que la sabiduría inspire pasos concretos de paz".
Así, Jorge Bergoglio se prepara para pasos diplomáticos fundamentales como la reunión con el presidente ucraniano Volodimir. Zelensky en Kiev, ahora inminente, y la del 14 de septiembre en Kazajstán con el patriarca de Moscú y todas las Rusias, Kirill, quien no ha dudado en apoyar la guerra de invasión.
Un acercamiento con Kirill, que según la reunión de ayer del Papa con el "número dos" del Patriarcado, el metropolita Antonij, también está disponible en la contraparte de Moscú, tendría un significado fundamental para el Pontífice no solo en términos de diálogo y relaciones ecuménicas, sino también como puerta de entrada a la otra gran misión de paz que Francisco pretende: volar a Moscú y encontrarse con Vladimir Putin.