BRUSELAS - La OTAN está preparada para intervenir si se amenaza la estabilidad en Kosovo, afirmó hoy el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, durante una rueda de prensa realizada conjuntamente con el presidente serbio, Aleksandar Vucic, hoy en la sede de ese organismo en Bruselas.
"Nuestra misión de mantenimiento de la paz en Kosovo se centra en el mandato recibido por la ONU: si la situación se deteriora, estamos listos para intervenir. El diálogo es la única solución para la región", resaltó Stoltenberg.
Y agregó que la posición de la Alianza "está claramente ilustrada por el mandato de la ONU y lo respetamos, somos un actor neutral, nuestra misión (Kosovo Force o Kfor, NDR) prevé, entre otras cosas, hacer cumplir la libre circulación de personas".
El secretario general recordó que "en Kosovo tenemos 4 mil soldados y su presencia ya tiene un valor de estabilidad. La KFOR está en contacto con las autoridades de Belgrado y Pristina y esto sirve para evitar malentendidos: si es necesario moveremos nuestras fuerzas donde necesario, y aumentarlas, y actuaremos si la situación lo requiere de manera proporcional".
"El principal objetivo es garantizar la seguridad de todas las comunidades de Kosovo, incluso de los serbios que allí residen", concluyó Stoltenberg, subrayando que la OTAN "apoya el papel de mediación de la Unión Europea (UE)".
Asimismo, Stoltenberg aseguró que la situación en Kosovo ha mejorado gracias al proceder de las partes implicadas, y dio la bienvenida a la próxima ronda de negociaciones entre Belgrado y Pristina, que empezará este jueves.
"Me complace que la situación sobre el terreno haya mejorado, pero debemos evitar una mayor escalada: por lo tanto, insto a todas las partes a actuar con moderación y evitando la retórica innecesaria. Los temas pendientes deben resolverse a través del diálogo político", añadió.
"La única manera de lograr una paz sostenible es que Belgrado y Pristina resuelven sus problemas a través del diálogo facilitado por la UE. Pido a todas las partes que participen de manera positiva y constructiva en la última ronda de conversaciones de mañana: es una oportunidad para que Kosovo demuestre que es un actor responsable dentro de la comunidad euroatlántica", agregó.
Las tensiones entre Serbia y Kosovo crecieron bruscamente el 31 de julio, amenazando con un enfrentamiento entre las dos partes. La escalada fue provocada por la intención de las autoridades de Kosovo, que proclamó su independencia en el 2008 y que algunos países reconocieron, de prohibir el uso de matrículas (placas o patentes de vehículos) y documentos serbios en su territorio.
Las autoridades serbias se opusieron a la intención de implementar las medidas en cuestión. Así, el ministro de Asuntos Exteriores serbio, Nikola Selakovic, aseguró el 30 de julio que los líderes de Kosovo estaban preparando "un infierno" de cara a los próximos días.
Ante estos acontecimientos, la representante especial del secretario general de la ONU para Kosovo, Caroline Ziadeh, pidió evitar una mayor escalada de tensiones en la región.