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SANTIAGO DE CHILE - La Moneda - sede de gobierno en Chile - el domingo amaneció con claveles rojos en memoria del 49 aniversario del Golpe Militar del 11 septiembre 1973 que derrocó al gobierno socialista democráticamente elegido, Salvador Allende.
Tras asistir al Cementerio General junto a la familia Allende, parlamentarios y otras autoridades, el presidente Gabriel Boric evocó la figura del depuesto mandatario y dio "comienzo a la conmemoración de 50 años del golpe de Estado".
El joven mandatario frenteamplista ratificó su compromiso a "seguir buscando incansablemente a los detenidos desaparecidos.
1.192 detenidos desaparecidos que todavía no sabemos dónde están, no es aceptable, no lo podemos naturalizar".
Anunció la puesta en marcha del Plan Nacional de Búsqueda y afirmó que se realizará "en conjunto, de manera participativa, con las agrupaciones familiares de víctimas. No algo impuesto por el Estado, tiene que ser con las víctimas, avanzando junto con ellas".
"Hace 49 años el presidente Salvador Allende y sus colaboradores y colaboradoras, nos dieron una lección histórica de lealtad, de consecuencia, por sobre todo de dignidad. En sus últimas palabras, nos recuerda que siempre estará junto a nosotros y ese metal tranquilo de su voz sigue resonando hasta el día de hoy en nuestro cotidiano trabajo", señaló Boric dirigiéndose a los presentes.
Recordó a Allende cuando decía que el programa de la Unidad Popular era sencillo y reivindicó que "estamos gobernando para el presente, para mejorar las condiciones de vida al pueblo, hoy: Por lo tanto, ser parte de esa trenza histórica, entender que la historia no parte con nosotros y que esas causas siguen hoy día vigentes, y bien vale la pena recordarlas en medio de todas las vorágines política".
El gobernante expreso su admiración a las organizaciones de familiares de detenidos desaparecidos y de derechos humanos, y destacó la profunda convicción democrática de quienes fueron partícipes del proyecto de la Unidad Popular.
"Ese legado espero trascienda fronteras ideológicas y, sobre todo, penetre en lo más profundo de nuestra comunidad política en un momento en que en el mundo justamente la democracia se encuentra amenazada desde diferentes frentes. Ante las divisiones, los problemas de la sociedad, nosotros vamos a responder con más democracia y nunca con menos", apuntó.
Por último, reflexionó sobre la derrota del domingo pasado en el Plebiscito que rechazó el texto de una nueva Constitución.
"A quienes vienen a convidar a arrepentirnos de las convicciones que tenemos, les decimos que nosotros no renunciamos, vamos a defender el mandato por el cual llegamos acá: de transformación, diálogo, y de generar condiciones de vida digna para nuestro pueblo", señaló.
"Ese camino de cambios pasa también por hacerse cargo de tener una nueva Constitución escrita en democracia", y llamó a que "no cometan el error de creer que el que se haya rechazado el texto propuesto por la Convención, significa un rechazo a los cambios y transformaciones en Chile, eso no es así".
Entretanto, por las afueras de La Moneda, cerca de 5.000 personas marcharon en dirección al Cementerio General al Memorial de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos bajo la dictadura. Un grupo se descolgó de las columnas provocando serios desmanes en la ciudad con ocho locales saqueados, dos carabineros lesionados y tres detenidos, según un balance policial preliminar.
El general Carlos González Gallegos, jefe Zona Santiago Oeste, detalló que la jornada se inició con la instalación de ofrendas florales en el monumento del expresidente Salvador Allende en la Plaza de la Constitución, actividad que se desarrolló sin ningún tipo de inconveniente".
"Luego, se empieza a desarrollar una marcha que, al pasar por el Palacio de Gobierno lanzaron innumerables elementos incendiarios contra el personal policial. Tanto bombas incendiarias del tipo molotov, como objetos contundentes y fuegos de artificios", agregó.