WASHINGTON - Elon Musk va desde Donald Trump hasta Matteo Salvini, lanzando un polémico referéndum relámpago en Twitter para decidir si readmitir al magnate en la plataforma y abriéndose a la invitación del ministro de Infraestructuras para invertir en Italia.
"Eres muy amable. No puedo esperar a una reunión", tuiteó en respuesta al viceprimer ministro que hace un par de días había definido al empresario como un "genio innovador" con la esperanza de que pudiera "trabajar más con Italia" y también con vistas a crear "un polo de atracción de inversiones y capitales extranjeros que se convierta en un punto de referencia para la innovación" en la Península.
"Sé que tiene algunos problemas para aterrizar en Alemania, le estamos abriendo las puertas de par en par" en Italia, agregó el líder de derecha antes de que sus palabras rebotaran en las redes sociales y llegaran a Musk.
Salvini luego retuiteó la publicación respondiendo que "sería un placer y un honor". "Las puertas de mi ministerio siempre están abiertas para ustedes", prometió el líder de la Liga.
Mientras tanto, en el caos que creó al inicio de su gestión, entre despidos y éxodos masivos, al nuevo dueño de Twitter no se le ha ocurrido nada mejor que convocar un referéndum para preguntar si el magnate puede volver a "piar" en la red tras ser "silenciado" por instigar el ataque al Capitolio.
El hombre más rico del mundo ya tomó la decisión de rehabilitar algunas cuentas que habían sido prohibidas, como las de Kathie Griffin, Jorden Peterson y Babylon Bee, pero para el expresidente confía en la gente de Twitter.
"Vox Populi, Vox Dei", escribió, citando la frase de la antigua tradición medieval en el sentido de que las opiniones y juicios populares o comúnmente aceptados deben o pueden considerarse verdaderos y justos. Una especie de populismo social, donde la opinión de las masas decide, no un organismo independiente calificado o un personal ad hoc como lo fue en la era anterior a Musk.
En solo una hora votaron más de 2,5 millones de usuarios, con casi un 60% a favor y un 40% en contra. Más de 10 millones opinaron (un millón por hora), y la brecha se achicó (52% a 48%).
"Es fascinante seguir la encuesta de Trump en Twitter!", comentó Musk. El resultado final llegará esta noche.
A la espera de saber si el ex presidente podrá recuperar el megáfono de Twitter (aunque dijo que quería quedarse en su red social propia), Trump atacó frontalmente la designación del fiscal especial Jack Smith para supervisar las dos investigaciones federales en las que está involucrado ( asalto al Capitolio y documentos clasificados en Mar-a-Lago): un "tremendo" y "horrendo abuso de poder", "el último de una larga serie de cazas de brujas que comenzaron hace mucho tiempo", un movimiento "político e injusto" por la "corrupción del departamento de justicia utilizada como arma de guerra" contra "una de las personas más honestas e inocentes del país", escribió el republicano.
Luego llegó la provocación final: por qué, preguntó, no nombraron un fiscal especial también para Hunter Biden, un "drogadicto" al que acusó de haber "tomado dinero de gobiernos extranjeros" cuando su padre era vicepresidente.
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