Las regiones y ciudades italianas se unen en Europa contra la etiqueta "saludable" en el alcohol propuesta por Irlanda y que está siendo examinada por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Encabezada por el gobernador de Piamonte, Alberto Cirio, la delegación nacional ante el Comité Europeo de las Regiones (CdR) solicitó formalmente "un debate" sobre el tema durante "los trabajos de la próxima sesión plenaria", prevista para los días 24 y 25 de mayo en Bruselas.
"Estamos listos para llevar a cabo, en cada lugar, nuevas iniciativas para cambiar este enfoque a nivel europeo", advirtieron los representantes regionales y locales italianos, también representados por los presidentes Marco Marsilio, Eugenio Giani y Luca Zaia, respectivamente. presidentes de Abruzzo, Toscana y Véneto.
La voluntad de ampliar el desafío está contenida en una convocatoria anunciada por Cirio "de los demás países mediterráneos, que tienen la cultura del vino". Mientras que las regiones italianas, junto con el gobierno, ya están a la vanguardia y pretenden "levantar una barrera" contra "la ecuación alcohol-vino-cigarrillos", que "es una falsificación sin fundamento científico".
La prioridad es "seguir todos los caminos políticos", pero, advirtió el gobernador, luego se podría llegar "incluso a los judiciales", como "el Tribunal de Justicia de la UE". Una acción considerada fundamental para un mercado que sigue resistiendo incluso a los cambios en las listas de precios y, según datos de UIV, Ismea y Vinitaly, es uno de los sectores Made in Italy más virtuosos en la balanza comercial, con un activo de más de 7, 3 mil millones de euros en 2022. Pero mucho dependerá del momento: el plazo de 90 días a partir de la notificación de Irlanda a la Organización Mundial del Comercio expirará el 6 de mayo.
La falta de proporcionalidad y la vulneración de las normas del comercio internacional, para las regiones, "podría comprometer el correcto funcionamiento del mercado único europeo, provocando una duplicación de costes para los productores de vino". Y la propuesta de etiquetado "es tan absurda" para la Región de Toscana que, de hacerse realidad, su presidente está dispuesto a dictar "una ordenanza" según la cual "no se podrá vender vino con esa mención en la etiqueta" en el territorio toscano, "porque es una ofensa a la inteligencia humana".
Se trata, subrayó Zaia, "también un ataque a la identidad, en el sentido de que si pasa esta filosofía de quitar la identidad a la producción, acabaremos entregando la agricultura y los territorios a las multinacionales". Y junto a los líderes regionales y locales está Coldiretti: "El prensado es importante para Italia, líder mundial en exportaciones y producción con 50,3 millones de hectolitros en la última cosecha".