por STEFANO CASINI
Como acontece desde varios siglos, varios “regímenes” del planeta, esconden sus internas: en muchas especies de“DEMOCRACIAS” hay muchas incógnitas, ni pensar en donde la Democracia directamenteno existe!
Lo que aconteció en los últimos días con elGrupo Wagner en Rusia y las repercusiones que resultaron, con las pocas informaciones ciertas que poseemos, nos hace reflexionar sobre un gran peligro y nos plantea la siguiente pregunta: ¿Quien tiene el maletín nuclear de Rusia? ¿Lo tiene Putin?
Esa guerra de pocos días que había pronosticado Putin para invadir y controlar Ucrania, se volvió una pesadilla para él y el mundo entero. Desde febrero de 2022, una guerra absurda puso en peligro la economía mundial y hasta la humanidad, dado que Rusia es el país con el mayor arsenal nuclear del planeta.
A esta altura, nadie puede poner en dudas que lo que planificó Vladimir Putin, no fue más que un gigantesco error de cálculo. Rusia, ese país que cuenta con casi 1 millón de soldados prontos a todo, más las reservas, tiene un ejército tan obsoleto que, frente a la tecnología al alcance de Ucrania por via de la ayuda de USA, de la OTAN y casi todo el mundo occidental, parece un ejército de juguete, desde todo punto de vista.
Hace ya casi 2 décadas que las guerras abiertas “como las venas de América Latina de nuestro Galeano”, se hacen con drones, con tecnología mucho más avanzada de lo que creemos. El dron más pequeño en dotación del ejército USA, tiene el tamaño de un mangangá: es teledirigido desde una distancia superior a los 100 Km, puede entrar por cualquier ventana y posee una bala de bajo calibre, acercándose a su objetivo y dispararle en la cabeza…...piensen hasta donde llegamos! Rusia no tiene esta tecnología y sus armas eran modernas en los años ‘90, pero ya no lo son! Cuando se anunció la invasión a Ucrania, solamente los miltares ignorantes podían pensar que, con una columna de 64km. de tanques y tropa, más un apoyo aéreo conmodelos Mig31, Rusia pudiera ganar una guerra enfrentándose a un ejército que, a las 24 horas, tenía el apoyo de la tecnología más avanzada del mundo.
A los pocos meses de comenzar la guerra, cuando comenzó a darse cuenta que no era un paseo, Putin se vio obligado a acudir al Grupo Wagner que él mismo había inventado años antes.
El Grupo Wagner es una organización paramilitar de origen ruso. Es una empresa militar privada, una red de mercenarios, y un ejército privado de facto. Por el simple hecho que, en Rusia, es ilegal la contratación de servicios militares, el grupo en realidad “no existe” legalmente. A pesar que el Grupo Wagner es considerado como paralelo al poder sin una definida posición ideológica oficial, muchos medios lo vinculan a posiciones relacionadas con el neonazismo y la extrema derecha. Este grupo se dio a conocer, por primera vez a nivel internacional durante la guerra del Dombás en Ucrania, entre 2014 y 2015, donde asistieron a las fuerzas separatistas de las auto-declaradas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
Los mercenarios se vincularon directamente por contratación, en las guerras civiles de Siria, Libia, Centroáfrica
Por haber sido “inventado” por Putin, el Grupo Wagner recibe armamento militar y entrena en instalaciones del Ministerio de Defensa de Rusia y se considera una unidad armada del Departamento Central de Inteligencia (GRU). La financiación de unos 10 millones de Euro mensuales proviene directamente de Sergei Prigozhin, empresario ruso, íntimo de Putin y financiado por él, el hombre más rico y Zar de su país. Prigozhin admitió la fundación de Wagner en septiembre de 2022, a pesar que, desde hace años, ya había operado en muchos países. Algunos medios rusos han llegado a especular que Wagner es usado por el gobierno ruso para permitir una negación de ciertos conflictos, ocultar al público el número de bajas y costo financiero de las intervenciones externas de Rusia.
Ahora el Grupo Wagner se trasladó a Bielorrusia, un aliado “de hierro” de Putin, un poco para alejarse del “jefe”, un poco para bajar los tonos de un posible golpe contra el Kremlin. De cualquier manera, en el colectivo y en muchos medios de prensa, quedó la idea que, la de Prigozin, fue una rebelión al zar Putin.
Volviendo al tema de lo poco que se sabe sobre esta dramática situación por el simple hecho que Rusia es una dictadura disfrazada, los analistas políticos internacionales, comienzan a pensar como que podría ocurrir lo que pasa en las películas. El maletín nuclear no se sabe si está en las manos de Putin, del Ministro de Defensa Serguéi Shoigú o del mismo Prigozhin. ¿Quien podría asegurarnos que, por desesperación, por apurar una guerra o simplemente porque el maletín podría estar en manos de un esquizofrénico, ocurra lo que nadie quiere?